La violencia hacia las mujeres: debilidad masculina

Por: Jimena Sánchez Fernández 
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 Antes, la violencia hacia la mujer era un secreto a voces; sin embargo hoy se ha convertido en un movimiento a nivel internacional, debido a la gravedad y al constante crecimiento del problema.

Tal es el caso, que la Organización de las Naciones Unidas ha llegado a llamarlo una pandemia. En 2013 se estimó que, el 35 por ciento de las mujeres a nivel mundial, han sufrido violencia de alguna índole; mientras que a nivel nacional, un 70 por ciento de mujeres ha padecido lo mismo a manos de su pareja.

Es importante entender que la violencia hacia el género femenino comienza desde muy temprana edad, pues 700 millones de mujeres declararon haberse casado siendo menores de 18 años; además de que una de cada diez ha mantenido relaciones sexuales forzadas.

 En Medio Oriente y África se calcula que 133 millones de féminas han sido víctimas de la frecuente práctica de la mutilación genital. Además, las estadísticas muestran que no sólo los países en vías de desarrollo son los que padecen este problema, sino que, en el continente europeo, entre un 40 y un 50 por ciento de mujeres es acosada sexualmente. Inclusive, está comprobado que las habitantes de zonas urbanas localizadas en los países desarrollados tienen el doble de probabilidad de sufrir un ataque.

 Las consecuencias de que estos actos criminales sigan ocurriendo en el planeta es tanto físico, como emocional y económico. En Estados Unidos, 11.8 por ciento de los nuevos casos de VIH han estado relacionados con el sometimiento por parte de la pareja sentimental.

En adición, se ha calculado un incremento de cerca de 5,800 millones de dólares al año, en el gasto dedicado a este delito. A lo largo de la historia, el género masculino ha olvidado la importancia del respeto hacia el femenino, probando que no es un tema de cultura o economía, sino de tolerancia.

Ambos, hombres y mujeres se necesitan para sobrevivir, por lo que resulta incongruente que nos hagamos daño unos a otros. Vivimos en un mundo que urge de un cambio en todos sentidos, pero como dijo John Lennon: "No podemos tener una revolución que no involucre y libere a las mujeres".