Por Fernanda Estrada de la Rosa.
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¿Qué pasaría si un día decidiéramos amarnos por todo lo que en verdad
somos y no por lo que aparentamos?
La belleza es una perfecta combinación entre confianza, autoestima y
amor propio; sin embargo, según la investigación La verdad sobre la belleza, realizada por la doctora Nancy
Etcoff y Susie Orbach, sólo el 2% de nosotras nos sentimos
atractivas. Esto significa que la gran mayor parte de nosotras vivimos en
guerra con nuestro cuerpo y nos sentimos inconformes con lo que somos.
El comienzo de la problemática surge en nosotras, diversos estudios se
han realizado al respecto, y en efecto, las mujeres con el paso de los años vamos
devaluando nuestra belleza al obsesionarnos con los estereotipos de belleza. La
presión sobre la belleza va en aumento, mientras que nuestra confianza va en
descenso.
De acuerdo con la Fundación para la Autoesima Dove, las niñas y jóvenes
desarrollamos una baja autoestima a partir de obsesiones sobre nuestro aspecto,
y que gracias a esto, no alcanzamos una vida totalmente plena. Todo es generado
gracias a las películas y revistas que representan un estándar irreal de la
belleza.
De igual manera, estudios realizados en el 2011 por la misma fundación,
revelaron que la mayoría de las mujeres, el 72% para ser exactos, se sienten
presionadas de sobremanera por mantener una imagen atractiva. También, se
afirmó que el sólo el 11% de las mismas se sienten cómodas al utilizar la
palabra “guapa” para describirse.
“Se le da más importancia al éxito que al mérito. Poco importa que ser
bueno, tener nobles sentimientos o preocuparse por los demás, lo que realmente
vale es que se pertenezca a determinado club, que se tenga un coche del año y
que tenga un aspecto físico admirable. Nuevamente hay un desprecio por el
mérito” afirmó la psiquiatra Mädy Füerbringer, docente de la Universidad de Las Américas en Puebla, además
de hacer énfasis en que es nuestra realidad la que genera una autoestima
devalorada.
Sin duda, la baja autoestima es un problema que puede llegar a atacar a
cualquier persona, aquí no importa el nivel socioeconómico, nacionalidad o
gustos; al contrario, los estereotipos cada vez se vuelven más universales.
Como mujeres, debemos aprender a reconocer nuestro propio valor y no perder
nuestra esencia característica, porque estoy segura de que nadie nos amará más
que nosotras mismas.
¡Wow! No tenía idea de la cantidad de mujeres que se sentían presionadas por los estereotipos de belleza. Muy buena nota.
ResponderBorrar¿Quién lo escribió? Esta buenísimo.!
ResponderBorrarEstán muy interesantes los datos y el título me llamó mucho la atención.
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