Por Jorge Hernández
Alumno de Prácticum I
Existen
tatuajes de todos los tamaños, formas y colores; algunos pueden ser artísticos; otros pueden ser algo vergonzoso de enseñar.
Los
tatuajes han formado parte de la historia de la humanidad desde tiempos
inmemoriales; sin embargo la sociedad actual no los ve como una buena forma de
expresión. Desde niños, todos los adultos
a nuestro alrededor nos han dicho que un tatuaje no es algo bien visto, que sólo los carceleros
los tienen o que nos arrepentiremos de hacerlo. Pero ¿por qué?
Los
tatuajes suelen ser asociados con una vida rebelde, y se tipifica a la persona
que los tiene como conflictiva, floja, adicta, etc.; incluso, hay personas que evitan
tener contacto con gente tatuada, pues los ven como criminales.
El
problema es que se generaliza; se forman prejuicios y se asocia con todo lo
malo visto en la televisión o en películas. Esto
repercute en el individuo, porque se genera un daño físico y emocional al individuo.
En
México y en el mundo,
el mayor problema en torno a los tatuajes se llama: discriminación. La gran mayoría de la gente
desconoce el motivo, y este sentimiento de repudio de expresión, pasa del dibujo
a la persona que lo porta.
En
cuanto al ámbito laboral se
refiere, las personas dan por hecho que, todo ser que porte un tatuaje, no tiene
la capacidad de realizar los mismos objetivos que las personas que no tienen
tinta en su cuerpo. Sin duda alguna, este es sólo un prejuicio; existen miles de personas
con habilidades y competencias que les cierran las puertas del trabajo, sólo por su aspecto físico.
Hoy
por hoy, se propuso una iniciativa de reforma al Código Penal para el
Distrito Federal para tipificar como delito penal, la discriminación por modificaciones
corporales, como los tatuajes, implantes y perforaciones, entre otros.
En
la práctica, existen trabajos donde definitivamente no aceptan
gente tatuada en ciertas zonas (cuello, antebrazos, cabeza, rostro). Por
ejemplo, pilotos aviadores o el ejército mexicano, cuyos requisitos incluyen, no
contar con tatuajes visibles o que sean mayores de 8 cm.
Igualdad,
lo que falta en este país. Las personas
tatuadas, han luchado por generar espacios para promover este tipo de arte. Una
sociedad que busque igualdad entre todos los seres humanos, la libertad de
expresión y el respeto.
¿Qué opinas?
Aparte de interesante es un tema muy importante porque no se vale que discriminen a las personas de esa manera.
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