Por Andrea Vela
Alumna de Comunicación
Dice
el dicho que "no hay peor ciego que el que no quiere ver", así que
siguiendo esa lógica, a veces basta revisar pequeños detalles para descubrir
que tu pareja te es infiel.
Durante
años se le ha recomendado a los hombre que observen a su suegra para conocer el
futuro que tendrán con su mujer. Hoy en día, se sugiere que las mujeres se
fijen bien en los hábitos de su suegro para conocer, de antemano, si su marido tiene
tendencias a ser fiel.
Científicos
checos han hecho investigaciones sobre los motivos por los que algunas personas
son infieles cuando están en relaciones estables. En el caso de los hombre, el
resultado es que existe más probabilidad de que sean infieles si durante su
infancia, su padre lo fue. Los varones aprenden de su mundo social: qué
conductas son apropiadas y qué cosas pueden hacer sin recibir castigo; el
padre, es el ejemplo a seguir, el modelo evidente de comportamiento.
Por
otra parte, en un estudio que el doctor Jan Havlicek y sus colegas presentaron
ante el congreso de la Asociación Europea de Comportamiento y Evolución Humana,
observaron que las hijas no se veían afectadas en igual medida por la
infidelidad de las madres.
Martie
Hasleton, psicóloga evolutiva de la Universidad de California en Los Ángeles,
dijo que el hecho de que las hijas no parecían ser afectadas por la infidelidad
parental del mismo modo que los hijos varones, tenía una explicación genética:
si bien los padres suelen tener hijos iguales y esos hombres tienen más
oportunidad de ser infieles; las hijas atractivas de madres atractivas se
comportan diferente.
La
infidelidad en un hombre no está vinculada con una mala relación de pareja,
mientras que en una mujer, en la mayoría de los casos, significa
insatisfacción. Los hombres generalmente tienen aventuras si conocen a mujeres
atractivas; las mujeres, en cambio, son más propensas a ser infieles si están insatisfechas
con algún aspecto de su relación.
Descubrir
que hemos sido traicionados por la persona amada siempre es una experiencia
dolorosa y hasta humillante, puesto que se ponen en juego los valores que
fundamentan una relación de pareja, como son la confianza, la sinceridad y el
respeto.
Perdonar
o no una traición depende de la persona y del tipo de relación que existe, ya
sea por motivos religiosos o porque no quieren hacer sufrir a sus hijos. En el
caso de las mujeres que deciden perdonar, pero no olvidar, la infidelidad suele
ser un “arma” de frecuentes discusiones, que puede desgastar más todavía la
relación.
¿Qué
opinas? ¿Se puede superar la infidelidad?
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