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miércoles, septiembre 19, 2018

LOS OLVIDADOS DEL SISMO


Por Jade Becerra
Alumna de Comunicación
Noveno semestre

“Dios nos dio una nueva vida” así se expresa Altagracia Hernández, después de haber vivido el sismo del 19 de septiembre en Jojutla, Morelos.

Estaba preparando la comida, como cualquier martes, salió a comprar un pedazo de pollo para que su comida tuviera más sabor. En Jojutla todos se conocen y Altagracia comenzó a platicar con la señora de los pollos, platicando de lo tarde que era para empezar a preparar la comida. Fue en este momento que empezaron a sentir el temblor.

“Me dio miedo, yo sólo me acuerdo que me abracé de alguien” después que pasó el temblor fue a ver su casa para encontrarse con la sorpresa que ya no había nada más que escombros y hoy, un año después del temblor su casa sigue sin terminarse.

Ella no fue la única de su familia que sufrió el shock. Su esposo Felipe Contreras estaba en la Casa Ejidal de la Colonia Juárez en Jojutla cuando el temblor comenzó.

“Me empezaron a caer los témpanos de la pared, el edificio era de adobe. Los pedazos de pared me desgarraron la camisa. Por todo el polvo no podía respirar y pedía ayuda.”

Después de esperar un buen rato Don Felipe fue a la Cruz Roja donde le dijeron que lo iban a ayudar pero había muchas personas, ya no cabía nadie.

“Ya me iban a inyectar, no sé que inyección me iba a poner el enfermero pero otra enfermera le dijo que sólo me diera un paracetamol porque esa inyección la iban a ocupar para otra persona”.

Durante toda la tarde después del sismo, Don Felipe y Altagracia estuvieron en la calle, viendo pasar gente, esperando poder recuperar algo de su casa pero se dieron por vencidos.


A un año de todo estos sucesos, ellos siguen viviendo en la calle con paredes y techo de lonas, sin poder terminar su casa por falta de apoyo por parte del gobierno.

“El gobierno dice que sí nos ayuda pero no. El 3 de mayo aquí se hace un convivio de la Santa Cruz y pasó el entonces presidente municipal Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, dijo que sí nos iba a apoyar, pero ya no se pudo hacer nada.” Y menos hará ahora ya que pidió licencia en marzo para irse a buscar una diputación por Morena y ya no regresó.

“Nos echaron apenas en el radio, diciendo que queríamos estar acá, que ya tenemos la casa pero que nos gusta estar en la calle. Yo los invito a que pasen a la casa, sin luz, drenaje ni ventanas. Los primeros días que empezaron a trabajar los albañiles se metieron a robar cemento, cobre, lo que pudieron ¿Por qué la gente es tan injusta?”



Don Felipe y Altagracia están siendo apoyados por el Proyecto Esperanza, el Fideicomiso de Fondo Nacional de Desastres Nacionales, el Fonden no figura para ellos.

“El Proyecto Esperanza nos ayuda con cemento pero la mano de obra la tenemos que pagar nosotros.”



Según cifras del gobierno estatal de Morelos 31 mil 900 viviendas sufrieron algún tipo de daños pero sólo la mitad recibió el apoyo del Fonden.

Así se cumple un año de los sismos y suman miles los damnificados que viven casi al aire libre sin recibir ayuda, son los olvidados del sismo.

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