Los asentamientos informales es una problemática propia de Latinoamérica, en donde la brecha de desigualdad social se hace cada vez más grande debido a la falta de oportunidades que existen en los países latinoamericanos.
Imagen obtenida de https://www.emaze.com/@AITFOZCW/LA-VIVIENDA-INFORMAL |
Por María José Serrano / mjserranoblog.com / @serranomajoo
Los asentamientos
informales, también llamados asentamientos irregulares, son lugares fuera del
margen de las normas del ordenamiento territorial donde la gente se establece.
Es decir, son personas que construyeron sus casas en alguna zona urbana que no
es habitacional y posee suelos irregulares. Este es un fenómeno que se origina
a partir de la desigualdad social, la migración del campo a la ciudad, la falta
de servicios básicos en las zonas rurales, la necesidad económica y la falta de
trabajo.
La Organización de las
Naciones Unidas define a los asentamientos informales como “un grupo de más de
10 viviendas en terrenos públicos o privados, construidos sin permiso del
dueño, sin ninguna formalidad legal y sin cumplir con las leyes de
planificación urbana”
La página oficial de
TECHO, organización latinoamericana que busca combatir la pobreza, indica que
no existe un número exacto de cuántos asentamientos informales radican en
Latinoamérica; por lo tanto, es un gran reto localizar a todas esas personas
que viven en situación de vulnerabilidad y poder atender esta problemática con
soluciones viables.
Según la Secretaría de
Desarrollo Social, SEDESOL, una de las principales causas en la formación de
asentamientos informales en México, es la rápida expansión territorial y el
crecimiento exponencial no planeado de las ciudades, que se caracteriza por ser
un crecimiento desordenado.
Pablo Cruz afuera de su casa. Comunidad San Cristóbal, Xochimilco. |
En México existen 55
millones de personas que viven en situación de pobreza, y es común pensar que
ellos viven en los estados más pobres del país como Guerrero, Oaxaca o Chipas.
Pero no, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (CONEVAL), se estima que el 68.6% de las personas que viven en situación
de pobreza viven en las ciudades, o sea 7 de cada 10 personas radican en los
asentamientos informales mencionados anteriormente, es decir, alrededor de 38
millones de personas.
En la Ciudad de México,
34.4% de los habitantes viven en situación de pobreza, de los cuales el 4.3% se
encuentra en condiciones de pobreza extrema, esto es que sus ingresos no son
suficientes para cubrir las necesidades de alimentación y vivienda. Según
investigaciones de la UNAM, existen 867 asentamientos informales dentro de la CDMX,
de los cuales el mayor porcentaje se encuentra en las delegaciones de
Xochimilco e Iztapalapa.
Luna de tres años, vive en la comunidad de La Nopalera, Xochimilco. Una zona de asentamientos informales. |
Las casas que se localizan
en los asentamientos informales, son autoconstruidas por los mismos habitantes y están hechas de materiales de deshecho, madera y en ocasiones, tabique.
Lo que hace que las condiciones que vida de las personas sean precarias y no
dignas. La SEDESOL declara que las principales carencias detectadas en los
asentamientos informales son, precisamente, los materiales de los que están
hechas las viviendas. También la falta de espacio y el hacinamiento son unos de
los más graves problemas que se presentan, ya que hay muchas personas viviendo
juntas, en cuartos muy pequeños.
Otro de los servicios de
los que carecen las personas que viven en asentamientos informales es la luz.
Generalmente no hay quién les suministre la energía eléctrica por lo que los
vecinos obtienen la corriente de formas ilegales. Tampoco tienen suministro de
agua y drenaje, y los habitantes recurren a pipas o tomas de agua. El drenaje
lo solucionan con letrinas, hoyos en la tierra o fosas sépticas, lo que hace
que sus condiciones de vida sean antihigiénicas.
Los asentamientos
informales es una problemática urgente que atender. Cada vez se hace más
notoria la división entre las clases socioeconómicas y esto provoca que
incremente el número de asentamientos en México y en Latinoamérica.
La sociedad está acostumbrada a ignorar la condición en la que viven millones de personas a
pesar de que vivan sin derechos y con un sin fin de injusticias. Sin embargo, la pobreza es una problemática de la que todos debemos ser responsables y
portavoces.
Todos somos iguales y por lo tanto debemos de tener los mismos derechos, tales como accesos a los
servicios básicos, derecho a las instituciones de salud, a la educación y a las
mismas oportunidades laborales. Pero esa realidad no existe; miles de
personas carecen de estas oportunidades, de estos servicios y de estos derechos
a pesar de estar viviendo en el mismo territorio que todos los demás.
Se deben de escuchar a las
personas que viven en estos lugares y sobretodo generar políticas públicas para
atender sus necesidades y poder erradicar esta problemática. Debemos de trabajar
todos juntos y luchar por las injusticias, no hay que dejar pasar este
problema, luchemos por el bienestar de nuestra gente.
La casa de Genaro y Fabiola está hecha de cortinas y cartón. |
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