El té en Corea
Por Rodrigo Trejo Avendaño
El té ha jugado un papel esencial en la cultura asiática. Tal es el caso de Corea, donde existen registros del uso de té en ritos religiosos que datan del siglo VI d.C. En un principio, el té fue utilizado en ceremonias del más alto orden religioso como ofrenda a espíritus de reyes pasados y monjes importantes, y, del mismo modo que en el resto de la región, el Budismo fue decisivo en la implementación del té en la sociedad coreana.
Durante la dinastía Joseon (1392 - 1910), el té comenzó a tomar un papel más presente en la cultura coreana. En este periodo se establecieron dos rituales dedicados al té, el Ritual de Té, una celebración común que se puede realizar cualquier día, ya sea para cumpleaños, aniversarios u otros días notables, y el Ritual Especial del Té, una ceremonia religiosa reservada para cinco días especiales, cada año.
En la actualidad, la sociedad coreana ha incorporado el consumo del té a la vida cotidiana, pero a diferencia de lo que se hace en Japón o en China, la ceremonia es notablemente menos estricta. La relajación es parte importante del ritual, así como la libre conversación entre los participantes.
De forma básica, el procedimiento es el siguiente. Las tazas y la tetera se calientan con agua hirviendo. Posteriormente, se lava el té, para esto se colocan las hojas en la tetera, se le echa agua hirviendo y se descarta la preparación. Luego, en la misma tetera se echa más agua y se hace la infusión. Una vez que el té está listo se traslada a una jarra y el anfitrión se encarga del servicio. El té se debe servir desde lo alto para hacer burbujas, se dice que son de buena suerte.
La calidad de un té se determina por el estado mental que induce, los mejores tés evocan paz, respeto, pureza y quietud, los cuatro principios básicos del budismo coreano. La búsqueda de estos principios es esencial en la ceremonia coreana del té. Los invitados suelen dar cumplidos a los anfitriones por ofrecer tés con estas cualidades.
Se consumen varios tipos de té en Corea y se dividen por sus características: amargura, dulzura, astringencia, salinidad y acidez. En la antigüedad, el té más común era un té negro fermentado que se asemeja al Pu-erh chino, pero, actualmente, se consume mucho chaksol o chugno, una forma de té verde. Además de los tés convencionales, los coreanos tienen tés especiales, como el té de crisantemo y el té de hojas de caqui.
En la siguiente entrega de hablará del té en otras naciones de Asia y las diferentes formas de consumir esta bebida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario