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lunes, noviembre 10, 2014

La Naturaleza del detalle





Por Alexandra Silva Hernández
Alumna de Comunicación Integral


Daniela Bojórquez Vértiz es una talentosísima pero desconocida escritora mexicana con una imaginación digna de ser reconocida. Nació en la Ciudad de México en 1979 y  es acreditadora de diferentes diplomados, entre ellos el Diplomado en Creación Literaria por la SOGEM Estado de México. Además, forma parte de la primera generación de Narrativa en la Fundación para las Letras Mexicanas y tiene una beca otorgada por FONCA para Jóvenes Creadores. A sus 26 años escribe su primer libro: Lágrimas de Newton, una recopilación de cuentos de género ficticio.[1]


¿Por qué me encanta esta escritora?, ¿por qué su trabajo me inspira a escribir, sentir, a contemplar? Porque siempre está observando lo que otros ignoran y a través de sencillos escritos o cuentos, encuentro la esencia de la escritora plasmada. Me invita a conocer otras realidades y darme el tiempo de analizar cada cuento minuciosamente, ya que cada vez que los releo encuentro nuevos detalles que enriquecen el cuento y lo vuelven único.

Encuentro sentimientos, vivencias y en algunos momentos: carencias. Escribe la verdad y eso me cautiva e inspira; me recuerda la difícil pero emocionante época en la que vivo; me gusta su sutileza, su humor, me gusta su manera de ver las cosas y el sentimiento de admiración que me provoca y que sin temor a equivocarme, no estaba en sus planes lograr. Cada cuento es un mundo nuevo por explorar y con toda certeza afirmo que estoy dispuesta a aventurarme a ese “nuevo mundo” que Daniela me propone.

Vivo para la escritura, para la expresión y lo más sensacional es que además de que Daniela pueda darme cuentos e historias que me inspiran a escribir y alegrarme de haber escogido la carrera de comunicación, también es artista, maestra y fotógrafa, áreas que también me apasionan. Me gusta como en sus trabajos habla de su versión de la realidad convertida en soportes digitales de manera astuta y original. No trata de agradarte, no trata de caer bien, sino que está en ella que así sea por su manera de ser. Sus escritos son únicos en su tipo ya que aborda temas tan simples como unos zapatos, hasta complejos como las difíciles relaciones amorosas y la soledad.

En palabras de Bernardo Ruiz, leer a Daniela es muy placentero, ya que te remonta a la “naturaleza del detalle”, a vivir aspectos o circunstancias que no creerías importantes de relatar y mucho menos de poner en un libro, que es exactamente lo que la autora hace.[2]



Su libro consta de 20 cuentos con diferentes historias de la vida cotidiana; su forma de escribir la realidad y las relaciones humanas le otorgan mi admiración, ya que posee una asombrosa imaginación e ingenio. Aunque algunos de éstos cuentos no duran más de 5 páginas para mí eso es lo realmente valioso de la escritora, que a través de tan pocos párrafos sea capaz de cautivarme de la manera en la que lo hace.

Daniela, que es una artista visual, impartió un curso de fotografía para transmitir a sus alumnos su amor por este medio de expresión. “Para mí hacer fotografía representa muchas cosas, porque permite vivir en esta realidad de una manera diferente.”[3] Además, parafraseando a la escritora, afirmó que ama la fotografía porque cuando te aventuras y sales a tomar fotografías empiezas a observar cosas que si no fueras fotógrafo no notarías y eso es lo que hace que puedas entender la realidad de manera diferente.[4]

A través del taller, Daniela pretende que los participantes realicen algo más que una fotografía: encuentren sus aficiones e inclinaciones artísticas a través del estudio de grandes personalidades de la fotografía y el autoconocimiento. “La propuesta del taller hacer para ver: herramientas discursivas en fotografía es pues ayudar a los asistentes a que puedan elaborar un discurso más allá de la fotografía.”[5] Esto me parece muy valioso porque la artista plantea una dinámica de trabajo muy completa: explota el lado creativo de sus alumnos y además de autoconocimiento.



Gris Grafito
Intento conseguir aceitebrillocera para limpiar mis zapatos gris grafito. Me enseñan cera para piel negra: Esta le sirve. Replico estos zapatos son grisoscuro. `Que no son negros, dice´. Intento conseguir aceitebrillocera para limpiar esos zapatos. Otro bolero me ofrece cera negra. Esa no me sirve. Él pregunta sin dejar de mirar los zapatos ¿De qué color son? Estoy tentada a decir que anaranjado. Esos zapatos son color punta de lápiz, por eso me cayeron bien, por eso los compré: esa diferencia sutil entre negro y gris oscuro o negro agrisado gris oscurecido grafito de punta de lápiz suave o menos suave, etcétera, entra en el reino de las cosas que no importan y que por eso importan. [sic] [6]



Bibliografía

Bojórquez, Daniela (2006) Lágrimas de Newton, México, Ficticia
Vértiz, Bojórquez, Daniela, Edition Special (2011), obtenida en 15/08/2014
Bojórquez D. (2014), Hacer para ver [video] obtenida en 15/08/2014, Disponible en: http://www.saberespractico.com/apa/como-citar-un-video-en-apa/




[1] Bojórquez, Daniela (2006) Lágrimas de Newton, México, Ficticia
[2] Íbidem
[3] Bojórquez D. (2014), Hacer para ver [video] obtenida en 15/08/2014, Disponible en: http://www.saberespractico.com/apa/como-citar-un-video-en-apa/
[4] Íbidem
[5] Íbidem
[6] Vértiz, Bojórquez, Daniela, Edition Special (2011), obtenida en 15/08/2014

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