Por: Juan Carlos Espinosa
Practicum l
Este martes 1 de marzo será un día crucial en el proceso interno de los partidos políticos de Estados Unidos de cara a la elección presidencial del próximo noviembre. Se trata de un día conocido como el “supermartes” o “Super Tuesday”, en donde ciudadanos de 11 estados y un territorio de la Unión Americana saldrán a votar por su precandidato favorito para competir por el Salón Oval.
Como ya se los
habíamos mencionado en nuestro artículo EL CAMINO A LA CASA BLANCA, el proceso interno del Partido Republicano y el
Partido Demócrata es un poco distinto (y mucho más largo) al que conocemos en
nuestro país. Sin embargo, gran parte de las campañas se resume en este día ya
que se elige, en el caso de los demócratas, a 1,034 de los 4 mil 764 delegados
para votar en la Convención Nacional de julio, mientras que en el caso republicano son
670 de 2 mil 472 delegados en juego.
Fuente: Univisión.
Cada estado
proporciona un total distinto de delegados, mismos que se calculan en
proporción a su propia población, por lo que no es lo mismo ganar Alaska (28
delegados) en comparación a Texas (155 republicanos y 252 demócratas). Situación que genera que las expectativas cambien al realizarse tantas elecciones y caucus al mismo
tiempo. Triunfar en esta ocasión es indispensable en la carrera presidencial,
ya que desde 1984, nunca ha sucedido que un candidato que logre ganar el supermartes no
termine siendo el abanderado de su partido.
Fuente: CNN.
¿Qué dicen las encuestas? ¿Qué esperar?
Empezaremos con
lo que ha llamado mayor atención a los mexicanos: el Partido Republicano. De
acuerdo a las encuestas que se tienen a la mano
(proporcionadas por el portal
Pollster de The Huffington Post)
hasta el momento, el máximo favorito para el próximo 1 de marzo es el
empresario Donald Trump, que encabeza las preferencias en ocho entidades (con
posibilidades reales de llevarse poco más de 300 delegados).
¿Por qué esa
posible gran victoria de Trump? En gran parte, porque la mayoría de los estados
en cuestión son del sur de los Estados Unidos, que tradicionalmente son más
conservadores, tradicionalistas y cristianos; tres grupos de votantes que
forman la base electoral de Trump.
Muchos analistas
esperan que dos candidatos más en el partido dejen la contienda después del
martes: el ex gobernador de Ohio, John Kasich y el neurocirujano retirado, Ben
Carson. De ocurrir lo anterior, se cerraría la campaña a tres candidatos (¡al
empezar eran 17!) lo que generaría una mayor oportunidad de
restarle puntos a Trump, que hasta el momento tiene 82 delegados, muy lejos de
su más cercano competidor: Ted Cruz, con 17.
Donald Trump: favorito en el Partido Republicano.
Con los
demócratas la competencia es un poco más cerrada, especialmente por tratarse
sólo de dos aspirantes. La ex primera dama, Hillary Clinton, parece tener los
números a su favor. De acuerdo a Pollster
no sólo tiene siete estados casi asegurados al tener ventaja de doble dígito
(más de diez puntos porcentuales), sino que se trata de los que mayor número de
delegados otorga, como Texas.
Bernie Sanders,
el senador por Vermont de 74 años que ha sorprendido a propios y extraños, encabeza
las preferencias en cuatro estados, pero con muy bajo número de delegados en disputa.
Incluso, le gana a Clinton por más de 70 puntos porcentuales en su natal
Vermont y cuenta con el apoyo de entidades importantes como Colorado y
Massachussetts. El éxito de Sanders –autoproclamado como socialista- se basa en
los jóvenes de entre 19 y 40 años de edad que se han conectado abiertamente a
sus propuestas. Sin embargo, el voto latino y de los afroestadounidenses,
sumado a que se trata de una elección mayoritariamente en el sur, y por ende,
conservadora, es difícil pronosticar un buen resultado para un candidato mucho
más liberal que la ex secretaria de Estado, que garantiza el voto de los
moderados.
Cálculos dan a Sanders (izquierda) un aproximado de 288 delegados y 571 a Clinton (derecha).
¿Qué pasa después del supermartes?
Las primarias y
caucus se seguirán efectuando hasta la segunda semana de junio. Inmediatamente
después del Super Tuesday, los
precandidatos se volverán a ver las caras el próximo sábado 5 de marzo. Los
estados en disputa: Luisiana y Kansas para ambos partidos; Kentucky y Maine
para los republicanos mientras que los demócratas tendrán en exclusiva a
Nebraska. Todo, recordemos, para que en julio se lleven a cabo las convenciones
de ambos institutos políticos y los delegados elijan a su candidato.
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