Por Ma. Fernanda Fernández de Lara V.
Alumna de Practicum 1
“Antes hacían los hilos como ahora hacemos nuestros hijos.
Los hacían ellas mismas con la fuerza de su carne.
Cuando empezó el mundo, dicen que la Luna subió a un árbol.
Allí estaba tejiendo, allí estaba hilando”.
Cómo la luna nos
enseñó a tejer
Un
rostro indígena se refleja en el tejido perfecto que se convierte en la
sintonía de un textil, una historia que hilo a hilo cuenta la vida de mujeres
que han convertido sus habilidades en patrimonio cultural de la humanidad.
Los
diseños y técnicas antiguas, son parte de las expresiones artísticas indígenas,
en nuestros textiles tradicionales: saber preparar un telar, escoger los hilos,
limpiar e hilar en malacate el algodón.
Y
entonces poco a poco los huipiles, las blusas, las faldas y rebozos, decorados
con diseños diversos de flores, animales y figuras geométricas se convierten el
representantes de un México lleno de vida, talento e historia.
Los
textiles hablan con el lenguaje de los símbolos a través de sus diseños repetitivos,
los conocimientos y saberes ancestrales, reproducidos y reinventados por las
mujeres al correr de los años.
Pero
lamentablemente como todas las tradiciones populares en México, algunas de
estas técnicas históricas han ido desapreciando poco a poco y todos los
conocimientos ligados al arte del textil evolucionan con la introducción de
nuevos materiales y técnicas que comienzan se funden con lo tradicional que
aunque crean nuevas técnicas, desplazan lo folclórico creando la fuerte
necesidad de rescate, promoción y difusión con el fin de fortalecer las
técnicas de los textiles tradicionales.
Algunos
de los elementos más importantes de rescatar tienen que ver con los diseños
como los usos de materias primas, tintes naturales y los materiales
provenientes de la región donde viven las tejedoras.
Estas
últimas son los iconos más dignos de preservarse, las que mujeres cardaban,
hilaban, teñían y tejían eran consideradas como diosas puesto que el textil era
considera un don sagrado que sólo podía obtenerse de manera otorgada y no
aprendida.
Entre
las prendas más representativas de los textiles tradicionales podemos mencionar
al huipil, al quechquémitl, al cueitl o enredo, y al rebozo. El material más
empleado es el algodón, pero también se utilizan lana y seda.
Estas
prendas se siguen realizando en diversas comunidades de Michoacán, Guerrero,
Oaxaca, Querétaro, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Campeche, Yucatán, Puebla,
Tlaxcala, Hidalgo, San Luis Potosí, Estado de México, Morelos, Veracruz y
algunas zonas de Jalisco.
Cada
uno cargado de vida, sueños, recuerdos historias e hilos que más que formar una
prenda, forman la identidad de la cultura mexicana. Una
tradición que no debería perderse nunca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario