Por Jimena Sánchez Fernández
Si hay algo que el ser humano nunca podrá olvidar, es
la serie de atentados en contra de sus similares porque su manera de
trascender, no proviene del mismo libro. La intolerancia religiosa ha
permanecido y permanecerá en la historia, como una plaga que no conoce de
fronteras y nacionalidades; prueba de esto es que la mayorÃa de los conflictos
más importantes durante la existencia del hombre, han sido causados por la
misma.
Es cierto, se podrÃa pensar que al ser algo con lo
que se ha aprendido a sobrevivir, no deberÃa de requerir la atención de la
gente, sin embargo, hoy en dÃa existe algo que hace que el odio hacia
determinado grupo se extienda a nivel mundial: los medios masivos de comunicación.
El hecho más reciente estuvo situado en ParÃs, en las oficinas del semanario
Charlie Hebdo; en donde 12 personas murieron a manos de extremistas del Estado
Islámico, escudados en la ofensa de las publicaciones que muestran elementos y
personajes de su religión, en calidad vergonzosa y ofensiva.
Medios y redes sociales estallaron en segundos,
rebatiendo que la libertad de expresión habÃa sido pisoteada y “#JeSuisCharlie”
se convirtió en la frase más popular en Internet. Como ésta, numerosas fechas
se recordarán como momentos en los que terroristas “musulmanes”, atentaron
contra la vida y la integridad de paÃses democráticos, practicantes de otra
religión.
¿De verdad todos los musulmanes son terroristas? La
respuesta es simple, no; de la misma manera que no se pueden generalizar los
conceptos generados en torno a otras religiones. Cada una de estas acepciones,
nace de la falta de educación y de conocimiento de la población en general, en
donde la opinión de los medios de comunicación, participa de manera poco
objetiva.
Es aquà en donde entra el momento de actuar de una generación
más abierta y consciente de los problemas de la sociedad. No será una cuestión
aislada en la que maestros y demás adultos nos recalquen la importancia de que
las nuevas generaciones se conviertan en profesionistas y seres responsables y
respetuosos; ni tampoco la necesidad de que surjan contenidos de calidad que
nutran los actuales medios, para que se forje una opinión pública más
enriquecida y certera.
Es cierto, la mayorÃa del tiempo no se le encuentra
sentido a sus palabras, pero pruebas no faltan para darse cuenta de que, en los
jóvenes, están las respuestas para la solución de tantos conflictos que poco a
poco conducen a la civilización humana a un punto en el que podrÃan ya no tener
solución. Hay que entender que nuestra generación ya no tiene tiempo para
odiar, sólo de actuar.
bueno,
ResponderBorrarel articulo tiene un muy buen titulo ya que no hay porque odiar y el titulo no tengo tiempo para odiar es una muy buena forma de interesar a tu publico, pero bueno el hashtag que usaste fue un hashatg que describÃa los sucesos pasados en Francia no creo que fue una buena forma de poner el frase mas popular; pero bueno tenes un buen articulo de como hacer ver a las personas que no por ser la religión que sean deben de ser malo.
buen articulo falta referencias.
Elvira R.
yo creo que no podemos generalizar en las religiones por unos cuantos que hayan cometido malas acciones y creo que debemos de respetar ya que cada quien es libre de creer en lo que piensa que es su verdad,
ResponderBorrarMuy interesante Jime! La infografÃa complementa muy bien el texto!
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