Un Salto Fuera de Serie

Por Francisco Javier Arias Mejía

La historia del paracaidismo se remonta, incluso, al momento en que Leonardo Da Vinci pensara en un “retardador de caídas”, como él inventor lo llamara en sus momentos, que a finales de 1700, se perfeccionaría y se llevaría a niveles inimaginables.

Inspirados en este sueño del hombre por sentirse en las alturas, iniciamos aquí la Crónica de un “Salto Fuera de Serie”. Domingo 03 de octubre. 9:00 am. Nos dirigimos a la práctica del deporte extremo, quizás, más peligroso del mundo. Siempre es necesario portar dos paracaídas, por si el primero fallara y evitar un accidente fatal al estrellarte contra el piso a más de 200 kilómetros por hora.

Existen diversas formas de realizar los saltos entre los cuales están: el paracaidismo militar, deportivo y TANDEM, así como el perfeccionamiento de este para frenar aviones, coches, materiales aventados desde aviones.

12:00 del día. Después de una investigación de precios, lugares, y experiencia en lanzamiento de paracaídas tipo TANDEM -que es todo aquel deporte que se practica en parejas- fue como nos decidimos por ir a una empresa especializada en el poblado de San José Vista Hermosa en Morelos, después de la reservación y un adelanto, nos asignaron a los instructores. Mi hermano decidió unirse en esta aventura, él realizando su salto con los instructores de paracaidismo Paco y yo con Luis de 32 años, el cual lleva diez años realizando saltos tándem de “Caída Libre Acelerada”.

12.30 pm. Francisco, nos contó ya en pleno vuelo de la avioneta: “Aquí se empezó a realizar el salto de paracaídas, hace cerca de 30 años, impulsado por el actual dueño del terreno, junto con unos socios y el Gobierno de Morelos” aclaró después de preguntarle si realmente habíamos elegido un buen lugar para poner nuestra vida en riesgo.

Cuando le pregunte su experiencia en los saltos libres dijo, “ayer me fue muy bien en el salto y me dieron oportunidad de ver si me gustaría seguir haciendo esto” bromeando, para después especificarnos que llevaba “cerca de 10 años haciendo saltos tipo TANDEM, por lo cual la vida de quien salta conmigo está segura”.

12:45 pm. El miedo crecía sin que nadie lo admitiera. Risas nerviosas nos dirigíamos mi hermano y yo cuando Luis, el otro instructor entraba en la plática: “Solo vas a sentir un vacío a la hora de lanzarnos, pero no olvides recordar todas las instrucciones que te dije: no te sujetes del avión, mantén siempre el arco, suelta tu arnés cuando te diga, lo sujetas otra vez porque se liberará el paracaídas y después disfrutas del paisaje, ¿de acuerdo?” Casi mecánicamente mi hermano y yo asentamos con la cabeza.

12:55 pm. Subimos a más de 2700 metros de altura y la aventura, ahora sí, estaba por comenzar. En una conversación interna, me preguntaba antes que me dijeran que era momento de saltar, ¿qué tan difícil podría ser, mantener el arco y las demás ordenes que me habían dado para poder aterrizar sano y salvo?, pero en esto pensaba cuando comencé a sentir un vacío al instante que Paco, el instructor comenzó la cuenta que nos indicaría el momento de saltar… “A la una, dos, treeesss…"

1: 00 pm. Nos lanzamos a la nada y el piso se veía cada vez más cerca, y al ser 45 segundos de caída libre a más de 200 kilómetros por hora sería devastador si no funcionara el paracaídas- Paco, me dio la instrucción y lo liberó, después de alrededor de 5 minutos planeando tocamos piso.

La aventura terminó en los minutos más largos que uno pueda percibir en la vida con una experiencia inolvidable cargada de emoción y adrenalina. Luego agradecimientos, una breve despedida y el retorno al DF a casi dos horas de distancia.

4:00 pm. Llegamos a casa con una nueva hazaña que contar y un video para constatarlo, y fue así como medite que el peligro más grande que se pudo haber presentado hubiera sido que el paracaídas de emergencia fuera liberado gracias a que el primero no funcionó y escuchar el papaloteo y forcejeo del instructor por sacar el de emergencia, y así descubrir, que estuve aterrado durante la caída y no me percate de la situación. Tal vez sea normal el no haberlo sentido, lo único que sé es que viví para escribirlo e invitarlos a que lo hagan, la publicidad de la empresa de paracaidismo es: “Te garantizamos, será la mejor experiencia que puedas vivir con la ropa puesta”.