Alumna de Practicum 1
Cargado
con sueños, desesperaciones y miedos pasa un tren desde Centroamérica hasta
Estados Unidos, un medio que esconde una de las realidades más tristes y
peligrosas: la de los inmigrantes.
Y es
que son miles de inmigrantes los que hacen uso de este tren conocido como “La Bestia” para buscar oportunidades que
en sus lugares de origen, no encuentran.
En
medio de asaltos, robos, violaciones y secuestros, así como el constante
equilibrio entre caer y morir o seguir adelante, surgen historias que vienen
del alma de hombres y mujeres persiguiendo el sueño americano.
Fue
la fotógrafa española Isabel Muñoz, quien con 20 años de experiencia, varios
reconocimientos y una gran pasión por la fotografía, abrió las puertas a un
mundo que a veces parece casi ficticio.
Las
fotografías de la artista, alumbran las historias que se esconden en los rostros
de aquellos que arriesgan su vida en el tren de la muerte, nos permite apreciar la
realidad tal y como es, pues ella en compañía del periodista salvadoreño Oscar
Martínez, realizaron 3 viajes a bordo de La Bestia, desde Arriaga a Ixtepec para realizar un trabjao extraordinario.
No
hubo necesidad de grandes escenarios ni de poses perfectas, Muñoz fotografió la
realidad tal y como es obteniendo como resultado impactantes fotografías donde
se retrata el ambiente que se vive a bordo del tren, se observan las emociones
que estos inmigrantes viven.
Se siente en el aire de la imagen, en el contraste de las expresiones faciales de los inmigrantes con el camino que recorren. Así es como ellos viven la experiencia.
Un
material lleno de datos e ideas que mueren por ser escuchadas. La desesperación
del inmigrante, la esencia del viaje y la percepción de Isabel Muñoz son los
elementos, que conquistan en el trabajo fotográfico de la artista española.
Una
historia a través de fotografías que merece ser contada porque este no es un
secreto a voces.
Hay
gente muriendo, hay gente enferma, hay gente maltratada, personas que quieren
mejorar su vida y su entorno no los deja, y para lograr esto deben pasar por el
infierno.
“Tienes
que sentir a la bestia bajo tus pies para saber lo que estos inmigrantes
sienten” dijo la fotógrafa, y es justo esto lo que permite su trabajo, sentir
una realidad que vemos lejana y que es peor de lo que imaginamos.
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