Un nuevo hecho de violencia racial fue motivo de varias protestas y movilizaciones en Estados Unidos. El pasado domingo 23 de agosto ocurrió en Kenosha, Wisconsin un ataque policial en contra de un hombre afroamericano.
Esta vez Jacob Blake, un hombre de 29 años recibió múltiples balazos por la espalda a corta distancia cuando estaba apunto de subirse a su automóvil.
Los policías acudieron al lugar de los hechos después de haber sido informados de un supuesto “ataque doméstico” en el que Blake intervino entre un par de mujeres que estaban teniendo una discusión.
Por su parte, el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, escribió a través de su cuenta de Twitter: “No es el primer hombre o persona negra en recibir disparos o heridas o en ser asesinado sin piedad a manos de miembros de las fuerzas del orden en el estado o en el país”, por lo que fue duramente criticado.
El abogado de Blake, Ben Crump, también representante de la familia de George Floyd, el hombre afroamericano que fue asesinado el pasado 25 de mayo por la policía en Minneapolis, señaló que los tres hijos de Jacob se encontraban en el automóvil cuando ocurrió el ataque.
Blake se encuentra estable en una unidad de cuidados intensivos, de acuerdo con el abogado.
Los manifestantes en Estados Unidos siguen exigiendo justicia por estos ataques racistas y por el abuso de autoridad por parte de los policías.
Tras las graves protestas en la ciudad de Wisconsin, las autoridades hicieron un llamado a la población del estado a realizar un toque de queda de emergencia que finalizó este martes.
Redacción: Renata Puente
Con información de CNN, El País, BBC, Milenio.
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