¿Rebeldía con Causa?: el piercing

Por Ana Kupfer

Moda, ritual, cultura… el uso de los piercings se ha generalizado, hoy en día, entre los jóvenes de todas las nacionalidades. El origen de su uso es muy antiguo. En Roma, los guardias del César llevaban aros en los pezones como muestra de su virilidad. Los esquimales, utilizaban los “labrets” (piercings) en jóvenes que pasaban de niños a adultos. También en Nueva Guinea, las mujeres se atravesaban la piel con una espina de pescado, e incluso los mayas se hacían perforaciones en el labio, nariz y oreja.

El piercing significa, en el idioma inglés, perforar. La Real Academia de la Lengua, sugiere la palabra “pirsin” para referirse a las perforaciones que se hacen en el cuerpo.
Pero sea cual fuere el verdadero origen o el Real Significado, lo cierto es que el perforarse la piel se ha convertido en un lenguaje que utilizan los jóvenes en nuestros tiempos.


Tipos de Piercing


Según Prince Alberto, quien se dedica a hacer piercing y tatuajes desde hace más de 10 años, “el más común es el piercing en la ceja. Es a lo que la mayoría de los hombres y mujeres recurre. Entre las chavas, pues está el piercing en el ombligo. Aunque cuando empecé en esto, los hombres recurrían más a que se les hiciera la perforación en la oreja”. Pero también hay quienes se los hacen en lugares por más extravagantes, como en los genitales, tanto en hombres como en mujeres, o en los pezones. En la espalda también se realizan perforaciones.

Pero, ¿por qué hacerse un piercing?, ¿Cuál es la razón o qué es lo que te hace perfórate? Pavel Castillo, un joven estudiante de teatro, y quien tiene dos piercing, uno en la ceja izquierda, y el otro en la lengua, que se los hizo hace dos años, nos dice que “para mi fue una decisión personal, no dudo que al principio me dejé llevar por la moda, porque algunos amigos ya se habían hecho alguno, pero debo asegurar que el hacerme un piercing ha sido una decisión tomada desde mi, es decir, desde saber que yo soy la persona que puedo tomar mis propias decisiones”.


-COMA: ¿Es también para entrar en un círculo social, pertenecer a algún grupo?
-Pavel Castillo: Claro, claro que lo es, dependiendo de la forma en la que lo tomes, muchos se lo hacen para estar en un grupo y pertenecer, es como cuando quieres estar en la familia, sigues las reglas. Así es con muchos, en mi caso, fue algo que tomé la decisión yo, que creo que podemos ser libres, porque somos nosotros, nadie puede decidir por nosotros, así es como lo siento, y por eso es que lo hice.

El riesgo

La psicóloga María de la Luz Tapia Oaxaca, psicóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social, en el hospital La Raza, nos dice que “hacerse perforaciones en la piel no es aconsejable, sin embargo, la gente lo hace más que por esencia cultural, por moda, en la mayoría de los casos los jóvenes lo hacen sin el permiso de sus padres, y si no acuden a un lugar en donde se tenga una estrictas medidas de higiene, las consecuencias pueden ser malísimas, pues aquí han llegado jóvenes con infecciones verdaderamente graves.


Esto trae consecuencias tanto de salud como psicológicas. De salud, porque la infección les puede causar lesiones muy importantes y que se pueden, incluso complicar. Y psicológicas, porque los jóvenes pueden quedar marcados y es una cuestión que siempre tendrán, y el arrepentimiento a hacerlo, puede traer grandes depresiones. Pues después de que la aguja perfora y atraviesa la piel, pueden seguir infecciones, localizadas en la zona en donde se lo realizó”, concluyó María de la Luz Tapia.