Los Antros: ¿diversión o peligro?

Por Laila Manzur Helu:

Los antros de la Cuidad de México se han convertido en un peligro para la juventud ya que estos establecimientos no cumplen con las medidas de seguridad suficientes y tampoco respetan las normas establecidas por el gobierno.

En los ultimos tres meses se han clausurado alrededor de 13 antros por irregularidades que ponen en riesgo la seguridad de sus clientes. Las clausuras fueron principalmente porque no hay salidas de emergencia, no hay señalización adecuada y en algunos casos no hay extintores o no hay programa de protección civil.

Los antros operan sin control, es decir que cierran a la hora que quieren, dejan entrar a menores de edad, permiten la venta y consumo de drogas… En fin, antros que se convierten en bombas de tiempo en donde una desgracia puede ocurrir en cualquier momento.

No sólo en el Distrito Federal, sino en todas las entidades, existen intereses millonarios, donde en la mayoría de los casos los dueños son mafiosos que se sienten por encima de la ley. Sobornan con grandes cantidades de dinero para que no los multen por operar a altas horas de la noche o por la venta de bebidas alcoholicas a menores de edad.

Estos sitios nocturnos han dejado de ser simples centros de entretenimiento para el sector juvenil. Actualmente, los riesgos son mucho más altos para los jóvenes, especialmente para las mujeres. En los últimos años se han reportado una suma alarmante de chicas adolescentes que han desaparecido repentinamente o que de pronto sufren un cambio radical en sus vidas después de asistir a un antro.

El problema de todo esto es que los jóvenes no sólo corren el peligro de ingerir alcohol adulterado o tener acceso a cualquier tipo de droga, sino que en estos establecimientos también se está trabajando con órganos humanos: Ponen sustancias en las bebidas para que los clientes pierdan el conocimiento y despierten después en una bañera sin sus órganos.

Uno de los factores de mayor riesgo en los antros es que están de moda en las nuevas generaciones, no importa si son caros o baratos, si los frecuentan personas de altos o bajos recursos, el problema es que existen y son un peligro latente mientras estén en actividad.

En una entrevista realizada a universitarios los resultados obtenidos sobre el tema de la inseguridad en los antros fue realmente alarmante, ya que la mayoría de estos jovenes no tiene conciencia de los peligros que corren al asistir a un antro o a un bar; sólo ven estos establecimientos como lugares de entretenimiento.