Por: Mayte Navarrete
Alumna de Comunicación
Heli,
lleva a la pantalla grande la realidad de marginación de tantas familias
mexicanas que viven amenazadas por el narcotráfico. La película de
clasificación C, dirigida por Amat Escalante, director de origen español,
muestra una serie de secuencias en las que la violencia se vuelve el eje primordial
para crear malestar físico y emocional en la audiencia.
La
vida del joven Heli, protagonista de esta cinta (interpretado por Armando
Espitia), se ve distorsionada cuando él, junto con su esposa, su hijo, su
hermana y su papá, caen en las manos del narcotráfico y la policía corrupta. Estela,
hermana de Heli (interpretada por Andrea Vergara), se enamora de un cadete en
adiestramiento llamado Beto (Juan Eduardo Palacios). Su amor los dirige a
desear una vida juntos, pero, al no tener recursos suficientes, Beto decide
robar dos paquetes de cocaína para venderlos, los cuales han sido confiscados con
anterioridad por la policía federal. El descubrimiento de esta falta tiene como
consecuencias la muerte del papá de Heli y el secuestro de éste último junto
con Estela y Beto.
A
partir de este momento la película expone escenas de tortura explícita, en las
que los personajes viven momentos de despojamiento de la dignidad humana. La
violencia en imágenes llega en su grado máximo cuando el joven cadete es
torturado quemándole los genitales. Este acto de crueldad, que parece
espectáculo para los personajes en escena, se vuelve inquietante para la
audiencia pues en el mismo cuarto donde se da el acto de tortura se encuentran
niños que se entretienen con un videojuego. Para algunas personas el fondo de
la película se concentra sólo en estos minutos dejando de lado los demás
simbolismos de la cinta, esto a causado críticas en las que se expone que sólo
se trata de una pornoviolencia como
lo llamó Tom Wolfe, periodista y escritor estadounidense.
Las
opiniones de esta cinta se polarizan. Por un lado se analizan las metáforas y
simbolismos de imágenes y diálogos declarando que son la riqueza de este film,
pero por otro, se dice que no se cumplió con uno de los deberes más importantes
del cine: contar una historia, esto último, a partir de que algunas personas de
audiencia declaran que la película fue sólo fragmentos de la vida de alguien en
las que no se ve el inicio, el desarrollo ni el final.
Otro
punto de referencia para discusión es que los personajes de la película fueron
personas que no tenían ninguna educación en actuación. Lo que causó esto fue
que los diálogos parecieran leídos, llega un momento en que la actuación es a
tal punto deficiente que no se cree lo que se dijo pues había momentos en los
que no se registraban emociones. En defensa, el director explica que la justificación
es que deseaba mostrar la realidad con personas ´reales´ declarando en una
entrevista que “Una actriz del Distrito Federal, fresa, burguesa, interpretando
a una persona de un pueblo me parecería muy chafa, básicamente. De mal gusto.”
A
pesar de cualquier discusión que pueda provocarse, el tercer largometraje de
Amat Escalante ganó en este año el premio Cannes al mejor director, teniendo
como jurado a personalidades infalibles; los directores Steven Spielberg y Ang
Lee. Heli, la inquietante cinta que aborda a México en su máxima expresión de
cotidianidad, se une a la filmografía de narcotráfico en el país, en un plano
similar a las películas de “El infierno” de Luis Estrada o “Miss Bala” de Gerardo
Naranjo.
En
materia de producción el director Amat Escalante, acompañado en la realización
de la cinta, que se estrenó el 9 de agosto, por el coguionista Gabriel Reyes,
el encargado de fotografía Lorenzo Hagerman, de decorados Daniela Schneider y
de sonido Sergio Díaz y Catriel Vildosola, se basan en su mayoría en tomas de
planos generales, los que utilizan para contextualizar los lugares en los que
se encuentran, sabiendo que es un pueblo, pero dejando espacio para decir que
podría ser en cualquier lugar del país, y en planos medios los cuales ayudaban
a caracterizar a los personajes y comprender sus emociones.
Algunas
tomas llegan a durar demasiado tiempo, esto provoca segundos incómodos en los
que esperas que suceda algo importante y al final no pasa nada, en realidad
diversas tomas podrían omitirse sin alterar el sentido. Pero, las escenas que
muestran a México lleno de la violencia y tortura permiten que se balancee esta
situación de espacios vacíos.
Heli
termina por dividir al público, entre los que no pudieron aguantar el impacto
de las imágenes y tuvieron que abandonar la sala, los que creyeron que era una
pérdida de tiempo y que gastaron en vano para un boleto, los que dicen que es
una producción espectacular y los que terminaron con malestar emocional. Al
final, Heli cumple de manera apuntada con una de las más importantes misiones
del cine: causar sensaciones extremas.
No estoy de acuerdo con mucho del contenido del reportaje, ya que considero personalmente que tirarle al cine mexicano es meternos como comunicologos un autogol, esto porque estandarizamos los medios como llenos de violencia y "es que siempre se trata de lo mismo", habiendo otras opciones muy claras e incluso reflejando el éxito del genero en taquilla como sucede con las películas "No se aceptan devoluciones" y "Nosotros los nobles", y es que después de todo si el cine mexicano da de que hablar, sea como sea, es algo que nos beneficia a todos los que buscamos oportunidades en este medio tan competitivo.
ResponderBorrarJ. García
2do Semestre Comunicación