Jacobo Zabludovsky. Decano del Periodismo.
Por: Claudio Ochoa
Alumno de Comunicación
Alumno de Comunicación
Al mencionar su nombre basta, se trata de uno de los periodistas más importantes en México y el Mundo. Jacobo no necesita presentación alguna.
El hombre que está a punto de llegar a los 85 años de edad con una lucidez envidiable, confieza cómo mantener el hambre en el ejercicio de una profesión, habla sobre sus miedos pasados y actuales, sobre la situación polÃtica y social del paÃs y claro sobre el que asegura es el máximo premio recibido en su carrera: La Medalla al Mérito CÃvico “Eduardo Neri” por parte de la Cámara de Diputados.
Link a la Entrevista en Youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=AFFpdz67e74&feature=youtu.be
Link a la Entrevista en Youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=AFFpdz67e74&feature=youtu.be
Claudio Ochoa: Licenciado, muchÃsimas gracias por recibirnos en esta que ha sido su casa por casi ya 12 años, el próximo septiembre, aquà en “Radio Red” le agradezco la oportunidad.
Jacobo Zabludovsky: Al contrario Claudio, muchas gracias por darme esta oportunidad de hablarle a los jóvenes de la Universidad Anáhuac.
CO: Don Jacobo, el próximo 30 de abril usted estará recibiendo un premio más en su carrera, entre ellos la medalla Anáhuac, pero se nos acabarÃan los dedos para contar los premios que ha recibido. Se trata de la Medalla al Mérito CÃvico “Eduardo Neri” por parte de la Cámara de Diputados, ¿Qué pasa por su cabeza, Don Jacobo?
JZ: Claudio, este no es un premio más, yo creo que para un mexicano es el máximo premio que puede lograr porque es el premio que la Cámara de Diputados da, que representa a los mexicanos y da a uno de los miembros de este pueblo. Estoy impresionado, emocionado y preocupado porque tengo que preparar algunas palabras que manifiesten mi gratitud.
CO: ¿Cómo va en ellas?
JZ: Pues me cuestan mucho trabajo porque mi sentimiento es tan grande y capto en toda su magnitud la importancia de la distinción, que me cuesta mucho trabajo poder comunicarlo tal como yo lo siento.
CO: El próximo 24 de mayo usted llega a los 85 años de edad, ¿Cómo se mantienen esas ganas y esa hambre, sobre todo por una profesión durante tanto tiempo? Usted tiene 70 ejerciendo el periodismo.
JZ: Bueno, me gusta mucho mi oficio. Todos los dÃas soy premiado por mi capacidad fÃsica y más o menos mental de poder desarrollar esta profesión. Yo creo que el gusto por lo que haces es lo que te mantiene alerta.
CO: ¿Se arrepiente usted de algo, principalmente en estos 70 años de ejercicio profesional, Don Jacobo?
JZ: Mira, en la Biblia encuentras el ejemplo de alguien que por mirar al pasado se convirtió en estatua de sal, no quiero cometer el mismo error.
CO: ¿De regresar?
JZ: No, de mirar. Claro que el pasado siempre está presente en tu vida, quizá hubiera habido cosas que pudieras hacer de otra manera pero tendrÃas que revivir las circunstancias en que tu conducta fue de tal manera para que luego puedas juzgar. Es muy difÃcil restablecer las formas o el clima o el paisaje o la gente que te rodea, de modo que hay que ver al futuro, recogiendo del pasado las enseñanzas.
CO: ¿Cómo ve ese futuro?
JZ: Lo veo muy halagador. El premio que me da la Cámara de Diputados es muy estimulante, me alienta, me impulsa y me satisface mucho de manera que voy a hacerlo con más gusto ahora.
CO: El otro dÃa escuché y me llamó mucho la atención que lo llamaron “El Decano del Periodismo”.
JZ: SÃ. Según la definición de la Real Academia Española, es el más antiguo en el ejercicio de un oficio en determinado lugar. Yo creo que en México, creo, soy el más antiguo que ha ejercido el periodismo sin interrupción, de manera que soy el decano.
CO: A sus 21 años, que son los que tenemos la mayorÃa, entre los 21 y 24 años, déjeme regresar a esa época. ¿Cuál era su mayor miedo? ¿TenÃa alguno?
JZ: Sà tenÃa yo muchos miedos, los desafÃos son muy grandes, por eso salÃa yo de la adolescencia. Adolecer es carecer de algo y carecÃa yo de confianza en mi futuro, es decir yo no tenÃa un camino definido aunque sabÃa lo que querÃa hacer, pero no se ofrecÃan soluciones fáciles a mi deseo. Pero a los 21 años, es decir en 1949, yo ya estudiaba tercero o cuarto año de la Facultad de Derecho, yo ya tenÃa un trabajo en la cadena de Radio Continental, era Secretario General del Sindicato de esa radiodifusora, a esa edad; escribÃa yo en algún periódico porque pagaban muy mal y tenÃa yo que escribir mucho para poder completar. Ya tenÃa mi licencia de locutor que obtuve el 3 de enero de 1945, que era indispensable para poder hablar por radio y habÃa yo entrado a la Facultad de Derecho también en 1945. Ya era yo universitario, entré en 1943 y ahà escribà mi primer periódico estudiantil, habÃa pasado los dos años del bachillerato de humanidades que fueron no solo etapas felices de mi juventud, sino muy fructÃferas en materias de educación, con magnÃficos maestros, en una escuela insuperable que era la Escuela Nacional Preparatoria, en una atmósfera de cultura como era el barrio universitario alrededor de San Ildefonso. Eso era yo a los 21 años, un estudiante pero ya con un oficio, con un deseo, con un anhelo, con angustias en cuanto a ¿cómo le haré?, ¿por dónde me voy?, ¿no me voy a equivocar?, ¿es esto lo que quiero? Todas esas inquietudes que tú tienes ahora Claudio, yo las tuve también, quizá mayores.
CO: ¿Hoy hay algún miedo?
JZ: Hay siempre miedos, nadie vive sin ningún temor, es como ser torero. Mucha gente cree que los toreros no tienen miedo, eso es totalmente falso. Lo que tienen los toreros es que dominan su miedo. Eso es todo lo que los hace diferentes de otras gentes. Pararse frente a un toro da miedo y el torero tiene miedo, su mérito está en dominarlo.
CO: Hoy usted forma parte de una comisión en el Senado donde se busca brindar protección a los periodistas, seguridad por estos temas que han inundado a nuestro paÃs en este ámbito profesional. Antes la libertad del periodista estaba acotada, y todos lo sabemos, desde Los Pinos, desde ahà se apretaba el puño sino es que asà sigue siendo. Hoy ese poder ya está acotado por parte del crimen organizado, ¿Hay alguna diferencia?
JZ: Hay mucha diferencia Claudio, no estoy totalmente de acuerdo contigo en que el poder que ejercÃan Los Pinos, como tú dices que es la representación del poder de aquella época, haya sido heredado por el narcotráfico o los narcos. No lo ha sustituido, el poder de los narcos no es un poder absoluto, es un poder muy presente, muy poderoso y muy nefasto, pero no tan absoluto como lo era el poder del gobierno durante décadas en México. Era un poder que dominaba los tres poderes de la federación, ejecutivo, legislativo y judicial, totalmente, pero no sólo eso pero también los poderes fácticos, o sea los sindicatos obreros, organizaciones empresariales, la iglesia, los medios de comunicación y como tú dices con acierto, los periodistas nos movÃamos en el margen de las posibilidades que nos dejaba esa situación. Todos los periodistas eh, todos, unos más otros menos, según su importancia, según el tipo de medio en el que estuvieran. México evolucionó y México se ha transformado, ha avanzado en el camino de la democracia enormemente. Nunca es una democracia perfecta porque las sociedades humanas son organismos en constante movimiento desarrollo y las leyes tienen que adecuarse, pero en la etapa en que nos encontramos es de un México que ha cambiado, un México en camino democrático cuyos primeros sÃntomas son siempre la libertad de expresión, la libertad de opinión. Ahora tenemos, en comparación con lo de hace tiempo, una libertad envidiable. En esta situación, hay medios que siguen actuando como en aquellas épocas, ese es su problema. Hay otros que hemos aprovechado la posibilidad democrática para ejercer el periodismo en su forma más eficiente, que más lo justifica, que es como crÃtico del gobierno establecido para establecer un contrapeso frente al poder que dan las leyes, el poder que da la opinión pública debe ser siempre crÃtico y en esa situación estamos. Es una ubicación privilegiada poder comparar lo que podÃamos hacer, con lo que podemos hacer ahora y actuar en función de lo que podemos ahora podemos hacer y esperamos que el futuro sea de democracia más amplia, más firme. Actualmente se están discutiendo nuevas leyes sobre las telecomunicaciones, es un buen sÃntoma.
CO: Y ¿En cuanto a la libertad de las reformas en telecomunicaciones?
JZ: Yo lo único que espero, Claudio, es que tu generación de periodistas, tengan más derechos y derechos más respetados que la que tenemos nosotros ahora y que es mucho mejor que la que tuvieron los quienes nos antecedieron en el ejercicio del periodismo en México. Hemos evolucionado favorablemente, México va muy bien, la lucha democrática no se acaba. La mejor forma de defender la libertad del periodista es ejercer la libertad porque los derechos son como las máquinas, si tú no las usas se corroen, se atrofian, se oxidan, es con el uso con lo que las máquinas marchan bien y es lo mismo el ejercicio de la libertad.
CO: ¿Con esta libertad no se ha caÃdo en un libertinaje? ¿No se ha dado paso a…?
JZ: Puede ser que sÃ, pero más vale el abuso de la libertad de opinar, que el más leve ejercicio de una restricción.
CO: ¿Cómo se atrevió Jacobo Zabludovsky a dar el paso de la tecnologÃa de un periodismo del México de los años 40, al del dÃa de hoy? Usted escribe en El Universal y aparece también en una versión en lÃnea.
JZ: No me atrevÃ, disfruté de la apertura y contribuyo con mi posición de examen severo de la actitud gubernamental para que estas libertades se afiancen pero no siento que yo me atrevà a nada, es mi oficio.
CO: En cuanto a las personalidades que han desfilado por enfrente de usted Don Jacobo, ¿Cuál ha sido la entrevista que más lo ha marcado?
JZ: Esta. (Entre risas)
CO: Muchas gracias, le agradezco mucho por eso, pero una entrevista que no haya sido esta que lo haya marcado.
JZ: Bueno, ha habido muchas, he disfrutado de muchas entrevistas deliciosas, algunas difÃciles, El “Che” Guevara, Fidel Castro el dÃa que entramos a La Habana a la caÃda de Batista, una entrevista con Batista seis meses antes cuando era presidente de Cuba y me dijo que Castro estaba muerto y con la misma grabadora que me prestaron en La Habana para entrevistar a Batista, entrevisté “al muerto” seis meses después que ocupaba ya el mismo palacio. La vida periodÃstica te va a enseñar que cada entrevista es como un desafÃo y cuando cumples con tu desafÃo y sales vivo de él, ya es un logro, que como tú dices ¿Cuál es la que más disfruté? Bueno pues todas, todas, todas.
CO: ¿Le faltó alguien?
JZ: SÃ, me faltó mucha gente. Pero mira, nosotros los periodistas somos un poco como los médicos, ellos entierran sus errores, nosotros dejamos de hablar de ellos. A mi me hubiera gustado entrevistar a Picasso que le he tenido siempre enorme admiración y estuve cerca de lograrlo, pero es otra historia y algún dÃa te la contaré. No lo logré, fui a su casa, toqué el timbre en el sur de Francia y no me abrieron las puertas. Es una larga historia que luego tiene una secuela muy curiosa. Otro dÃa que tú tengas tiempo te la cuento, yo siempre estoy dispuesto.
CO: Oiga ¿Hay alguien por ahà afuera en la calle que a usted le gustarÃa decir: saben qué, quiero que se siente frente a mà para entrevistarlo? Hoy en dÃa.
JZ: Tú, ¿cuándo vienes? (entre risas)
CO: Muchas gracias, pero alguien más.
JZ: Con eso basta. Tú te vas a hacer famoso eh Claudio y te va a pasar lo que a mà un dÃa que iba yo manejando mi coche en el centro y me dice una señora que estaba vendiendo loterÃa “¿Oiga usted es Jacobo?” Le digo: Sà señora. “Ah, con razón se parece”. DescÃframe eso.
CO: Don Jacobo le agradezco mucho por estos minutos que nos acaba de conceder, el agradecimiento es profundo, no sólo mÃo sino de compañeros, incluso jóvenes que no van en la Universidad Anáhuac, pero también jóvenes interesados no sólo en periodismo. Usted me decÃa hace rato “ser crÃtico del gobierno” pero ¿qué otros problemas hay en nuestro México desde su punto de vista?
JZ: Hay muchos problemas, pero mira, te agradezco que me des la oportunidad de hablar con estudiantes de periodismo. Cuando yo quise ser periodista, cinco años antes de la edad que tú tienes ahora, no habÃa escuelas de periodismo en México. Ahora me haces recordar la primera escuela de periodismo se llamó Escuela Católica de Periodismo y me llegó a dar una conferencia ahà en la calle de San Juan de Letrán que todavÃa era angosta, ahora se llama Eje Lázaro Cárdenas, me llegó a dar una conferencia Carlos Septién GarcÃa, cuyo nombre lleva hoy la Escuela Católica de Periodismo de aquella época donde yo di una coneferencia. Si hubiera habido escuelas de periodismo quizá yo lo hubiera hecho mejor porque es indispensable ir a la escuela, pero además es indispensable leer, el periodista debe leer, en la lectura se amplia tu cultura, pero también tu sentido de tu prosa, de tu palabra, de lo que dices, adquieres una musicalidad cuando lees a los buenos escritores, hay que leer, indispensable estudiar pero sobre todo estudiar en una escuela de periodismo que no fue mi caso. Por eso me metà al bachillerato de humanidades en la Escuela Nacional Preparatoria, porque te daba una cultura general y luego escogà Leyes sin el deseo de ser litigante, jamás, pero la disciplina del derecho te daba una orientación útil para la profesión de periodista y terminé mi carrera sin querer ser abogado litigante.
CO: Tanta gente hambrienta por estudiar y suceden cosas como lo que pasa en la UNAM.
JZ: Es natural, las universidades, las escuelas, son organismos vivos, como las sociedades, como hemos dicho y a veces te surge un barro o te duele una rodilla, pues te tomas una Aspirina y vámonos adelante.
CO: Don Jacobo le agradezco muchÃsimo.
JZ: Gracias Claudio, gracias a ustedes.
Interesante la entrevista de Claudio Ochoa, hay madera.
ResponderBorrarFelicitaciones!!!
Ignacio Espinoza
Miami, Florida