Por: Ximena Maldonado Chávez
Periodismo I
“El tercer espacio” es uno de los pocos largometrajes de
temática judía hecho por mexicanos. Su elaboración comenzó en 2011 y terminó en
2015, para después pasar dos años “enlatado”. Tras salir a la luz, la obra ha
ido ganando mérito poco a poco, participando en diversos festivales y siendo
galardonado por el “Washington Jewish
Film Festival” y en el “San Diego
Latino Film Festival”, al formar parte de las selecciones oficiales de
ambos concursos en 2018.
La película/documental fue elaborada por el director Nejemye Tenenbaum con el motivo de conmemorar el centésimo aniversario de la comunidad judía del Monte Sinaí, y muestra la vida de varios miembros desde una perspectiva carnal. Sus personajes, que varían en edades, géneros y conflictos, cuentan sus historias llenas de vida, que exponen de cierta forma una verdad “panorámica” al contar aspectos tanto positivos como negativos.
Para poder capturar la esencia de 100 años en tan solo una
hora y media, se buscó sintetizar la idea principal, que era celebrar el
aniversario; pero también, se planteó el objetivo de relatar de manera
sumamente respetuosa, desde puntos muy distintos.
Entre el basto contenido de la obra, podemos encontrar las
percepciones del presidente de la congregación del Monte Sinaí, Marcos Metta
Cohen; Los alegres recuerdos de Sara
Camhaji, un ama de casa con una niñez en pobreza; La historia de Simón
Salamé Micha, un hombre enamorado de México y de la expresión “A toda
madre”; el testimonio de Sammy
Panes, un joven que dejó la universidad
para perseguir su sueño de ser comerciante y manejar una cafetería vendiendo su
icónica receta de panes árabes; La opinión de Genny Salame, una niña de doce
años decepcionada de México como país y desinteresada por conocer a profundidad
su origen; Las razones del actor José Safami, para abandonar la religión judía;
así como también las aservaciones de activistas sociales , e incluso,
explicaciones de expertos, entre ellos el de Liz Hamui, una socióloga judía que
describe en sí el fenómeno de vivir en comunidad.
En un webinar para la Universidad Anáhuac México, el pasado
veinticuatro de noviembre, Nejemye contó acerca del largo y minucioso proceso
que implicó crear su película/documental. Mencionó que la obra fue hecha por
encargo, sin embargo, él buscó darle su propio sesgo para así lograr un mensaje
contundente: mostrar una imagen honesta de la comunidad judía, con el fin de
conseguir que las personas no pertenecientes a la comunidad se identificaran y
la pudieran comprender.
Durante la reunión mencionó algunos de sus “secretos”
cinematográficos, los cuales lo llevaron a dejar un comunicado tan epatante.
Entre ellos menciona algunas estrategias para entrevistar personas de
diferentes edades; la acentuación de sentimientos por medio de la música y
encuadres; la elección de personajes con “chispa” para contar historias, etc.
Además, aludió el alto aprendizaje que le brindó trabajar en
este proyecto, llamándolo un “camino de resiliencia”. Esto, debido a que, en
sus inicios, el documental no fue bien recibido por la comunidad al sentirse
expuesta. Por esta razón fue que la obra permaneció dos años oculta. El
director de la obra menciona que, “Era
frustrante ver que tanto esfuerzo y sudor fueran desperdiciados (...) incluso
caí en una pequeña depresión de saber que mi proyecto estaba enlatado.”
Al final de cuentas, la obra “lo logró donde le dieron la bienvenida”, dejando una huella profunda en aquellos que no conocían la comunidad del Monte Sinaí, adentrándolos en un contexto agudo, que logró borrar las barreras y permitió dar a conocer a la cultura judía sin máscaras.
Referencias:
El tercer espacio. (2017). Home. Recuperado 15 de noviembre de 2020, de https://www.eltercerespaciopelicula.com/
Metta Cohen, M. (productor) y Tenenbaum, N. (director). (2017). El tercer espacio (documental). México: Fundación Metta Saade A.C.
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