Las dos caras de una bala
Por Claudio Ochoa Huerta
Quién iba decir que la detonación
de las balas que algún dÃa significaron libertad hacia la meta para Óscar
Pistorius, hoy lo tienen tras las rejas. El emblemático atleta olÃmpico
sudafricano compite en una carrera contra la justicia de su paÃs luego de ser
acusado de asesinar premeditadamente a su novia Reeva Steenkamp el pasado 14 de
febrero.
Tras esta acusación, Pistorius
aseguró en una declaración judicial leÃda por su abogado que el haber disparado
fue un error, pues creyó que su novia era un ladrón. Sin embargo la
fiscalÃa encargada del caso eliminó esta tesis pues asegura, basada en un testimonio, que el atleta disparó en cuatro ocasiones de manera
premeditada luego de haber sostenido una pelea ininterrumpida hasta altas horas de la madrugada, por lo que no alcanzarÃa fianza y estarÃa condenado a cadena
perpetua como lo marca la ley de su paÃs en este tipo de homicidios.
Estos momentos superan, sin duda
alguna, la cantidad de reflectores que atrajo Pistorius a Londres 2012 en los
pasados Juegos OlÃmpicos donde se convirtió en el primer atleta que competÃa
con prótesis en las piernas. Un Ãdolo más de las adversidades de la vida se
tambalea al igual que el estadounidense Lance Armstrong quien al final recibió
el empujón necesario para desvanecerse.
Emitir un juicio sin antes
conocer el dictamen final por parte de las autoridades sudafricanas sobre el
caso serÃa más que un error. Lo que es inevitable reconocer es el hambre por
salir adelante que distinguió a Óscar Pistorius; un tipo que desde los 11 meses
de edad sufrió la amputación de ambas piernas y aprendió a tomar el lado
positivo del asunto; un tipo que desde PekÃn 2008 luchó para ser aceptado en
unos Juegos OlÃmpicos donde no logró los tiempos de calificación; un tipo que
se recuperó de esa derrota personal y regresó cuatro años más tarde con una mayor sed de
victoria; un tipo que hoy se encuentra en esa delgada lÃnea entre mantenerse
como Ãdolo o quedar manchado para siempre como asesino.
Claudio, sensacional nota, me encantó el tÃtulo y la manera en que desarrollaste la historia. Sin duda, con sus actualizaciones es tema para la Revista Coma del semestre!
ResponderBorrarQue triste que se den estas situaciones dentro del mundo deportivo.
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