El legado de Helen Gurley Brown, editora de la revista Comopolitan, puede tener diferentes lecturas
Por MarÃa Belén Carrasco
Sin duda alguna el Siglo XX revolucionó
la historia de la humanidad. No sólo fue una época de grandes guerras y
conflictos polÃticos; sino que fue el comienzo de un periodo en el que las
mujeres comenzaron a levantar la voz. Y no… No levantaron la voz para pedir más
hilo para coser. Levantaron la voz para tomar cargos polÃticos, sociales y para
comenzar a controlar una economÃa que, por el momento, se veÃa abandonada.
Tiempos cerrados a las mujeres |
Damas como Margaret Thatcher, ex Primera Ministra de Gran Bretaña, o Golda
Meir, ex Primera Ministra de Israel; marcaron una pauta a seguir cuando de
levantar la voz se trataba. Y tras de ellas, millones de mujeres de todo el
mundo cambiaron las faldas por pantalones y las pañaleras por portafolios. Pero
no todas las señoras hicieron cambios tan drásticos ni tan positivos; todo
depende del lente que usemos para mirarlos.
Ahora, Siglo XXI, en el que las mujeres
ya no tienen problemas para ser escuchadas ni tomadas en cuenta; pueden vestir
de colores, usar mini faldas, ocupar cualquier tipo de puesto, estudiar libremente,
expresarse y hasta revelarse. Pero, ¿Qué pasa cuando también adquieren la
capacidad de influenciar a otras mujeres y no de manera tan positiva?
Helen Gurley Brown, Ãcono femenino para
las mujeres estadounidenses y del mundo, llegó en la época de los sesentas y
llegó para quedarse. “Las mujeres buenas van al cielo, las malas… a donde
quieran.”, esto dijo la ex editora de la revista Cosmopolitan, quien falleció
el pasado 13 de agosto. Joven delgada, atractiva e inteligente; asà deben de
ser las mujeres. No te preocupes por los
medios que debas utilizar para alcanzar el éxito; pues cuando de éxito se trata, todo se vale.
Pero entonces… ¿Dónde quedó la moral?
La editora |
Enamora a tu jefe, conquista a tu
compañero, seduce a los hombres. Éxito, éxito… ¡Ã‰xito! Todo se vale. Intelecto,
cuerpo y seguridad; una mujer
competitiva y seductora es letal. ¡No más! La mujer es tan capaz como un
hombre y tan rapaz como un ave; vulnerable como un cachorro pero sagaz como una
leona.
Un par de tacones, un vestido corto, una
bolsa de marca, una cara maquillada y un peinado espectacular; triunfante
combinación bajo la mirada de Brown. Una dama que trabaja en Wall Street o en
Vogue, no puede lograr la fama si viste un par de pantalones caqui y una simple
blusa de botones. ¿Dónde queda la seducción si no existe el atractivo sexual?
Entonces, ¿El éxito de una mujer depende
de su capacidad para atraer al sexo opuesto? ¡Error! La mujer es independiente; dónde queda su
independencia si la está dejando en manos del sexo opuesto.
¡Mujeres del Siglo XXI! Es hora de
levantarse para lograr la victoria. Se necesita inteligencia, determinación y
un deseo enorme de triunfar; no de una bolsa cara o una cirugÃa de nariz y un
“peeling”. Pongamos las prioridades en orden y dejemos de buscar “estúpidos” consejos
o aprobaciones por parte de otras mujeres. La fama no recae en lo extrÃnseco o ¿acaso
sÃ?
“Dinero, si no te trae la felicidad, por
lo menos te ayudará a ser miserable en la comodidad.”- Helen Gurley Brown. Se los dejo a su criterio; porque si no,
estamos ciertamente destinadas al fracaso…
Es fascinante que las mujeres ya no sean vistas como personas de segunda clase , ya que tiene las mismas capacidades que los hombres , es un logro que les costo muchÃsimos años conseguir , no fue un camino sencillo y una de las mujeres que ayudó en esta etapa es Heln Gurley ,que fue uno de los cimientos de la mujer moderna , que es independiente segura y que no necesita un hombre para lograr sus metas.
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