Por Jessica Montalvo
Del 19 al 23 de septiembre se llevó al cabo el Seminario titulado "Nuevas Rutas para el Periodismo Cultural". Organizado por Conaculta y la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano de Gabriel García Márquez.. Cinco conferencias (una diaria) dirigidas a periodistas, estudiantes y recién egresados de carreras de comunicación, humanidades o artes, así como artistas, gestores culturales y el público en general, interesados en el tema del periodismo cultural. Todas tuvieron lugar en el Centro Nacional de las Artes CENART con una entrada gratuita y libre a todo público.
Los temas fueron un muestrario del periodismo cultural hoy en día. "Tecnología y escritura"; "La investigación en el periodismo cultural"; "La cultura en los medios impresos"; "El periodismo cultural en la arena pública"; "Los dilemas del periodismo cultural por televisión".
Precisamente el día 22 se dialogó acerca de “Los dilemas del periodismo cultural por televisión”. El ponente, Jorge Volpi, escritor, periodista, ensayista y ex director del Canal 22. Como comentarista participó el director editorial de El Economista, Luis Miguel González y finalmente el moderador de este panel y editor de la sección Cultura, del diario El Universal, fue Julio Aguilar.
El objetivo era dejar en claro la visión que tienen los periodistas, de aquello que los medios y la sociedad, consideran periodismo cultural. Simplemente el término “cultural”, nos transporta, a los términos: museos, conferencias, todas aburridas y serias en una sala llena de snobs. Pero la labor del periodista no es cubrir esos eventos o dar un juicio de valor acerca de los contenidos que en ellos se trataron.
Actualmente, decía el director editorial, “Estamos en una crisis del periodismo cultural […] Creemos que es un acercamiento farandulero a personajes de la cultura.”
Vincular el programa con la sección que se le otorga a cultura, con las actualidades del país, es una tarea difícil para el periodista que se dedica a cubrir esta sección. NO existen como tal “puentes” de crítica ni “fuentes” a las que los televidentes acudan para fundamentar sus opiniones y enriquecer sus juicios.
Aunado a esta carencia de puentes y fuentes, está la constante necesidad de CAPACITAR al periodista cultural que se expone en los medios audiovisuales. Educar la opinión es algo necesario. Los canales “culturales”, que no pertenecen a la iniciativa privada, es decir: Cadena Tres, Once TV México y Canal 22, requieren nuevos líderes de opinión cultural.
El subsidio de los gobernantes no alcanza para tan ambicioso proyecto.
“No hemos logrado una política de recursos humanos que permita atraer, formar y retener al talento” declaraba Luis Miguel González. Los medios no ofrecen lo suficiente a aquellos jóvenes que saben hacer periodismo. Lo que salva el contenido de los canales estatales es que cada uno se ha empeñado en generar su propia “agenda” para poder desarrollar temas propios que cada periodista se ha dado a la tarea de investigar. Agregó que "la terrible crisis del periodismo cultural en los medios en general, se agravó cuando éstos confundieron la fárandula con la cultura".
Brindar contenido de valor, ese es el reto. Pero más difícil todavía, es generar interés de las audiencias por la información cultural. Lograr que los temas informativos sean tan amigables como los temas de interés social. Buscar transmitir las grandes verdades en un contexto ordinario es atrayente en sí mismo. Hablar de lo que las personas no saben de la cultura, y que sabemos les gustaría saber, no es un juego de supuestos, sino develar en sí el interés intrínseco de cada ser humano por conocer aquellas producciones humanas de las que se compone su cultura.
Hoy en día ya es más fácil encontrar espacios en los que los escritores, periodistas de closet, pueden verter sus resoluciones de forma libre. La opinión especializada a ha dado un giro de 180º. Los blogs, redes sociales y espacios virtuales, permiten el uso de la primera persona para estipular el punto de vista desde el que se percibe un hecho o situación. Ahora es el “YO” que se expresa abiertamente y da credibilidad al lograr la identificación de los públicos para los que se dirige.
El periodismo cultural se encuentra en un etapa de cambio. Puede revolucionar las agendas y tomar fuerza o bien mantenerse como hasta ahora. Siendo una sección más de la barra de contenidos de los diversos programas televisivos. El público no está en calidad de exigir porque ni siquiera saben que les gustaría consumir. Las propuestas deben llegar desde las mentes creativas de los medios y si es de las cadenas culturales, que mejor. Hay mucho por conocer y decir, la tele es un medio excelente para llegar al mayor número de personas y para hacerlo de forma innovadora. El reto ya se lanzó, ahora se necesitan talentos jóvenes que lo hagan realidad.
Brindar contenido de valor, ese es el reto. Pero más difícil todavía, es generar interés de las audiencias por la información cultural. Lograr que los temas informativos sean tan amigables como los temas de interés social. Buscar transmitir las grandes verdades en un contexto ordinario es atrayente en sí mismo. Hablar de lo que las personas no saben de la cultura, y que sabemos les gustaría saber, no es un juego de supuestos, sino develar en sí el interés intrínseco de cada ser humano por conocer aquellas producciones humanas de las que se compone su cultura.
Hoy en día ya es más fácil encontrar espacios en los que los escritores, periodistas de closet, pueden verter sus resoluciones de forma libre. La opinión especializada a ha dado un giro de 180º. Los blogs, redes sociales y espacios virtuales, permiten el uso de la primera persona para estipular el punto de vista desde el que se percibe un hecho o situación. Ahora es el “YO” que se expresa abiertamente y da credibilidad al lograr la identificación de los públicos para los que se dirige.
El periodismo cultural se encuentra en un etapa de cambio. Puede revolucionar las agendas y tomar fuerza o bien mantenerse como hasta ahora. Siendo una sección más de la barra de contenidos de los diversos programas televisivos. El público no está en calidad de exigir porque ni siquiera saben que les gustaría consumir. Las propuestas deben llegar desde las mentes creativas de los medios y si es de las cadenas culturales, que mejor. Hay mucho por conocer y decir, la tele es un medio excelente para llegar al mayor número de personas y para hacerlo de forma innovadora. El reto ya se lanzó, ahora se necesitan talentos jóvenes que lo hagan realidad.
muy interesante, buen contexto y buena noticia!
ResponderBorrarFelicidades, excelente nota y redacción, atrapas al lector y lo mantienes el interes a lo largo del texto.
ResponderBorrarRealment felicidades
Laura King