Por Rebeca Calzada
Alumna de Comunicación
Puedo presumir que el pasado lunes 21 de febrero, fui testigo de un acto de honestidad.
Puedo presumir que el pasado lunes 21 de febrero, fui testigo de un acto de honestidad.
Viaje el fin de semana al estado de Nayarit. Al regresar en el vuelo 2211de Interjet, llegué al Aeropuerto de la Ciudad de México. Un tanto cansada, distraÃda tras el viaje y el fin de semana, tomé un taxi para ir a mi casa.
Abundan los sitios de taxis del aeropuerto, los hay amarillos, negros, blancos, pelean al pasaje. Fui a la ventanilla que decÃa “Sitio 300” y pague la tarifa. No habÃa autos pequeños, me asignaron una camioneta de nueve pasajeros para mi sola.
Un chofer muy amable subió mi maleta, tomó mi boleto y muy atento me cerró la puerta. Era un joven de unos 35 años de edad, moreno de cabello corto, vestido de camisa blanca y corbata. Un tanto callado y amable me llevó a mi casa, un departamento en la Colonia del Valle. Hicimos el recorrido en 25 minutos, poco tiempo para la distancia y para un dÃa normal. Al llegar a mi casa me ayudo a bajar el equipaje, le di las gracias, entré a mi departamento ya contenta de estar de regreso.
Como una hora más tarde me di cuenta que habÃa perdido mi celular, no recordaba donde podÃa haberlo dejado entre el avión y el taxi. Llamé a mi número y me contesto un hombre. Cuál fue mi sorpresa al darme cuenta que se trataba del mismo chofer de la camioneta del Aeropuerto que me habÃa dejado una hora antes en la puerta de mi casa. Vio que entre al edificio pero no supo en que departamento vivo, espero una hora hasta que marqué, y me entregó mi celular.
Esta experiencia me cambió la idea de la falta de honestidad que tenÃa yo de las personas. Incluso en agradecimiento llegué a ofrecerle una recompensa en efectivo, pero no me la aceptó.
Volvà a creer en la gente. Existen personas buenas y honestas que no esperan nada a cambio de hacer un bien.
todavia hay gente con etica y responsables para que este pais fluya con honestidad y sobre todo honradez...
ResponderBorrarCreó que muchos de los mexicanos estamos desesperanzados de vivir en un México en el que frecuentemente nos encontramos con historias de corrupción, pobreza, y de injusticia entre otros problemas.
ResponderBorrarSin embargo, creó que muchos de nuestros problemas radica en que justamente ya no confiamos en México y por esa misma razón no creemos que cada uno de nosotros podemos ser y hacer el cambio.
Historias como éstas nos demuestran que en México todavÃa existen personas que sà creen que el gran cambio empieza por como nos comportamos el dÃa a dÃa, y actos como éste de honestidad son prueba de que no hay que perder la esperanza.
Estimada Rebecca, me ha gustado tu lectura, resulta alentador salir a la calle, y olvidare el bolso en el carrito del supermercado. Tendré esperanza de encontrar mi vieja bolsa de Mary Poppins intacta, en caso de que no me la devolvieran. Quiero creer que nadie necesita nada, que no hay extrema pobreza ni salarios mÃnimos de 63 pesos, que excluyan a robar, a la necesidad de vivir inmoralmente.
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