J.I.Bck
Jalisco, a las dos y media de la tarde, en los suburbios de un lugar cuyo nombre no merece ser recordado, un infanticidio estremeció a los vecinos y a las autoridades; no era un simple asesinato, aquello era obra de sangre frÃa en vulgares mentes imprudentes.
Dos cuerpos yacÃan sin vida estirados sobre una banqueta, sin la delicadeza previa por parte de los homicidas de salvar los cadáveres todavÃa calientes, de las miradas morbosas, fotografiando la escena del crimen.
Con los ojos ligeramente abiertos, deslizándose las pequeñas bocas hacia la izquierda, simulaban aquella espera eterna de la clemencia, ni siquiera la resurrección era esperanzadora para los últimos segundos de vida de aquellas niñas de 8 y 12 años, que se desangraban. La incertidumbre entre el umbral de la vida y la muerte las acompañaba, desde el primer grito de horror entre las mujeres de dudosa moralidad del barrio hasta el lamento de los padres de las hermanas, que maldecÃan y blasfemaban con la respiración entrecortada.
J.I.BCK
Me gusta mucho, felicidades Eugenia... Espero con ansias "El jardÃn de las peras mágicas"
ResponderBorrarMe gusta mucho, felicidades Eugenia... Espero con ansias "El jardÃn de las peras mágicas"
ResponderBorrarMuchas gracias señorita Ingrid, la familia Wilmot espera ser leÃda.
ResponderBorrar