Terminator: destino oscuro, la misma fórmula con pocas diferencias

Por: Fernanda Bello / Practicum 1

Treinta y cinco años después de que Terminator (1984) se hiciera un lugar entre los clásicos de acción, llega a la pantalla grande lo que muchos -incluido su productor James Cameron- consideran la tercera entrega de la saga después de Terminator (1984) y Terminator 2: el juicio final (1991),  lo cual relega a líneas alternativas de tiempo las historias de Terminator 3: La rebelión de las máquinas (2003), Terminator: La salvación (2009) y  Terminator: Génesis (2015), así como de  la serie Las Crónicas de Sarah Connor (2008-2009).

En Terminator: destino oscuro (2019), la más reciente entrega de la franquicia, Sarah Connor (Linda Hamilton), Grace (Mackenzie Davis), una humana mejorada del futuro, y el famoso T-800 (Arnold Schwarzenegger) deberán unir fuerzas para proteger a la joven Dani Ramos (Natalia Reyes) del terminator REV-9 (Gabriel Luna) que ha sido enviado del futuro para exterminarla, pues de ella depende, ahora, el futuro de la humanidad.

Esta cinta se nota incómoda dentro de un universo y una narrativa que se encuentran, ya, sobreexplotados. Una joven debe de ser protegida de la amenaza de un terminator, increíblemente mejorado, que es virtualmente indestructible y que ataca una y otra vez a nuestros personajes principales. Hay una escena shockeante donde la protagonista se entera de su nueva realidad y de la importancia de su supervivencia, la caza constante de un robot casi invencible y una épica batalla final en donde se apuesta todo. En resumen, volvemos a ver la misma historia de siempre, con pequeños cambios en los personajes y en los lugares en los que se desenvuelve la historia.

Pero, como casi todo producto de entretenimiento, Terminator: destino oscuro tiene algunos elementos rescatables, y hasta plausibles. Primero, aunque no lo logra del todo, está su esfuerzo por sacudirse los estereotipos bajo los cuales se ve México. Segundo, destaca una visión un poco más autocrítica de los Estados Unidos, y el hecho de que el destino de los seres humanos no depende de la vida de un norteamericano, como casi siempre lo hace. Tercero, este filme de acción cuenta con una pincelada que las y los amantes del girlpower podrán apreciar, pues reivindica el rol de la mujer como heroína dentro de esta saga y muestra distintas facetas de la complicidad y amistad que puede existir entre las mujeres.

La película, por supuesto, cuenta con muy buenos efectos especiales que permiten contar la historia, además de pequeños momentos que homenajean a las dos primeras entregas de la franquicia. Y es ahí donde reside el potencial de la cinta que, aunque nos resulta demasiado familiar, logra apelar a las emociones y la nostalgia de la audiencia. Quien es seguidor de las películas, fan de sus protagonistas de antaño, o simplemente un curioso del género de acción, no podrá resistirse a ir a la sala de cine a ver, nuevamente, la interminable lucha entre máquinas y humanos.