Fernanda Bello / Practicum 1
Casi seis años es lo que tuvieron que esperar los fanáticos de Frozen (2013) para poder ver la secuela de esta aclamada cinta animada en la pantalla grande. Frozen II llegó este noviembre en medio de una gran ventisca de expectación y expectativas difÃciles de cumplir y, la verdad, es que no lo hizo nada mal.
En esta nueva pelÃcula, Elsa (Idina Menzel/Carmen SarahÃ) escucha el llamado de una misteriosa voz. Después de aceptar seguirlo, y ser orientada por Grand Pabbie, el lÃder de los trolls, la joven reina se embarca junto con Ana (Kristen Bell/Romina MarroquÃn), Kristoff (Jonathan Groff/José Vilchis), Olaf (Josh Gad/David Filio) y Sven a un bosque encantado que encierra las respuestas que tanto desean y que deben encontrar para poder salvar Arendelle de un futuro incierto.
A pesar de todo el debate en redes sociales y de la iniciativa #GiveElsaAGirlfriend, en esta entrega Disney decidió apostar, nuevamente, por enfocarse en la naturaleza y los matices de la relación entre Ana y Elsa, una visión que no es tan común en las pelÃculas de Hollywood y, mucho menos, en las de princesas, que suelen involucrar un interés romántico como eje central. Dejando esto de lado, Frozen II cumple lo que promete; brinda a su audiencia respuestas acerca de los orÃgenes y la razón de los poderes de Elsa, al tiempo que explora la historia de sus padres y explica el rol que tienen éstos dentro del presente de las jóvenes y del reino.
A pesar de todo el debate en redes sociales y de la iniciativa #GiveElsaAGirlfriend, en esta entrega Disney decidió apostar, nuevamente, por enfocarse en la naturaleza y los matices de la relación entre Ana y Elsa, una visión que no es tan común en las pelÃculas de Hollywood y, mucho menos, en las de princesas, que suelen involucrar un interés romántico como eje central. Dejando esto de lado, Frozen II cumple lo que promete; brinda a su audiencia respuestas acerca de los orÃgenes y la razón de los poderes de Elsa, al tiempo que explora la historia de sus padres y explica el rol que tienen éstos dentro del presente de las jóvenes y del reino.
Vaya que cambió nuestro mundo en seis años y, como tal, la trama de esta secuela parece madurar también. Su argumento se muestra un poco más complejo y toca temas importantes como la pérdida, el cambio, la madurez, el respeto e, incluso, la reparación de los daños y el perdón. Todo esto acompañado de una animación soberbia que destaca por su belleza, calidad y minuciosidad. Los famosos vestidos de las princesas, el agua, la magia y los poderes de hielo de Elsa… todo es animado de tal forma que nos asombramos con lo que vemos en pantalla.
Aunque la música no resulta tan icónica y abrazable como la de la primera, tres excepciones dan vida y una gran emotividad a la historia: “Into The Unkown”, “Show Yourself” y una profunda y realista “The Next Right Thing”. “All is Found”, por otro lado, nos permite deleitarnos y conmovernos con la relación entre la Reina Iduna y sus pequeñas hijas.
El sentido del humor sigue ahà presente y llega a ser, en ocasiones, un poco más adulto y negro, sin caer en impropiedades. Lo mejor de todo, esta pelÃcula tiene una capacidad que muchas otras no ostentan, se rÃe de sà misma, de las situaciones que presenta y de sus momentos más icónicos, aportando, asÃ, una chispa muy distinta de humor.
Eso sÃ, hay que admitirlo. Frozen II no llegará a ser el fenómeno popular que fue la primera cinta de la saga (difÃcilmente alguna pelÃcula de animación lo logrará pronto), sin embargo, se desenvuelve como una secuela que basta para permitirnos observar la adaptación al cambio, la búsqueda de propósito y la madurez que vivirán sus protagonistas, elementos que nos corresponde aprender a vivir, también, a cada uno de nosotros en nuestra vida diaria.
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