Mensajero de Paz, Mensajero de Amor - Revista Coma

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sábado, abril 14, 2012

Mensajero de Paz, Mensajero de Amor



Por Jessica Montalvo
Presidenta de la Sociedad de Alumnos
Facultad de Comunicación 


Guanajuato, México.- Miles de personas se reunieron en el histórico Guanajuato para recibir la primera visita del Papa Benedicto XVI. El suceso conmocionó a todos los habitantes del estado independientemente de su creencia religiosa. Llegaron peregrinos de todas partes de la República e incluso encontramos muchos paisanos que radican en otros países y que aprovecharon la visita de Su Santidad para regresar a su tierra. Lo cierto es que esta visita será recordada por siempre como un hecho histórico entre los habitantes de América Latina.

Fueron los más pequeños la fuerza de sus encuentros.

Miles de almas de adolescentes y jóvenes dieron vida con cantos y porras a los lugares en los que se iba a presentar el Santo Padre. El ingenio mexicano 
se hizo notar con rimas tales como: "Benedicto hermano ya eres mexicano" o bien "Benedicto, equis, uve, palito" Todas con inmensa alegría y respeto, se cantaban por carreteras y avenidas principales. Se notó la presencia de todas las parroquias de León y Silao, su organización y logística colaboró para mantener todo bajo control.



El mensaje de este enviado del Vaticano fue muy claro: México necesita paz y eso sólo se logra con educación, ambientes más sanos y con una juventud consciente. Todos buscamos recuperar la confianza y eso fue algo que Su Santidad nos trajo, por las avenidas y en todos los puntos donde se presentó lo hizo de forma cálida, con las ventanas de su Papamóvil abiertas, exponiéndose en muchos momentos a situaciones fuera del protocolo, pero con la seguridad de que estaba entre un pueblo que deseaba recibirlo.

Los encuentros que sostuvo denotaron su gran deseo de dirigirse a los diferentes actores nuestra sociedad. Niños, gobernantes, líderes religiosos, todos incluidos en el discurso pero a nadie con intención de reprender o señalar. Benedicto XVI, mantuvo una línea completamente pacífica y al margen de los sucesos políticos y de seguridad que acechan a la nación. El venía a infundir esperanza y al parecer lo logró.

Muchos comentaristas y reporteros coincidieron en el mismo punto. México recibió al sucesor de Juan Pablo II y despidió a su querido Papa Benedicto XVI. Las palabras y actos del Vicario de Cristo tuvieron un fuerte impacto en el pueblo mexicano. En definitiva se adaptó rápidamente a la calidez de nuestra gente, las muestras de cariño lo hicieron sentir en casa e incluso adoptó en un par de ocasiones el tradicional "sombrero de charro". Su visita estuvo llena de sorpresas como la que le dio a todos los que pasaron la noche en la Expo Bicentenario, recorriendo todos los pasillos para agradecer la presencia de los miles de peregrinos que lo esperaban desde hace muchas horas en ese recinto.

Su aparición del domingo por la noche, fue el suceso que se ganó los corazones. La serenata de los mariachis llevaba buen rato tocando al pie de su ventana y los gritos no paraban. Sus acompañantes seguro notaron la alegría de ver que pasaban las horas y ahí seguían todos los católicos reunidos para saludarlo. Así que salió para desear buenas noches, sin un discurso preparado en español, pero la emoción lo llevó  a agradecer el acompañamiento y la calidez con la que lo recibimos los mexicanos.

Fueron días largos, jornadas llenas de movimiento y actividad en las ciudades principales de Guanajuato. Pero la limpieza con la que se desarrollaron los encuentros del Santo Padre deja seguro, con un muy buen sabor de boca a todos los que participaron en la organización del evento. El Papa Benedicto conoció el Cristo del Cubilete, recorrió Guanajuato de noche y de día, recibió cariño y se lleva los rostros de todos los mexicanos que ya lo sienten parte de este país y dan a su figura un nuevo sentido dentro de la Iglesia.

¡Gracias Santo Padre!

3 comentarios:

  1. Yo fuí al evento como voluntaria y fue una gran experiencia y un momento inolvidable para el pueblo mexicano.

    Paulina González M

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  2. Tuve la oportunidad de ir a León y ser voluntaria en este evento tan histórico. Fue una experiencia inolvidable. El articulo me pareció excelente en la manera de cubrir los hechos y el mensaje que trajo el Papa a México.

    María Albert

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  3. Una visita muy emotiva, que unio a muchisimos mexicanos que siguen creyendo en la paz que Benedicto XVI vino a compartir como lo dice en el articulo "Mensajero de paz, mensajero de amor"

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