COVID-19: un virus sin prejuicio

Desde el palacio de Buckingham hasta los rincones más necesitados en América Latina y el Caribe, el COVID-19 ha encontrado su camino. 

Grecia Soto / Practicum I

Los números no dejan de crecer, las curvas siguen sin encontrar moderación y el mapa del mundo sigue coloreándose con puntos rojos como varicela: unos grandes, otros chicos, pero todos representando un peligro inminente en 203 países, territorios y áreas, de acuerdo con información actualizada al día de hoy obtenida de WHO (World Health Organization).

Mapa interactivo con información actualizada de Bing de Microsoft

La magnitud que ha demostrado este virus ha sido histórico y la solución para prevenirlo es tan sencilla que hasta parece irónica: un constante lavado de manos con agua y con jabón, así como un adecuado distanciamiento social.

Y continuando con dicha línea de ironía, el número y el tipo de personas contagiadas también se caracteriza como contrastante, pues se encuentran desde personas de alto nivel socioeconómico, así como las más necesitadas, adultos mayores, así como niños y jóvenes, personas con enfermedades crónicas, así como atletas de alto rendimiento con perfectas condiciones físicas... en fin, para el COVID-19 no hay requisito alguno.

Contagiados como el Príncipe Carlos de Inglaterra, el intérprete reconocido de Hollywood Tom Hanks, jugadores de fútbol profesional como Paulo Dybala, la pentatleta representativa de México Mariana Arceo, forman parte de una lista interminable de las personas que han sido infectadas y afectadas por dicho virus. Así mismo hace dos días se confirmo la muerte en Francia de una niña con apenas 16 años, cuyo nombre era Julie. Su hermana declaró al diario Le Pariesen: "Hay que dejar de creer que esto sólo toca a los mayores. Nadie es invencible frente a este virus mutante." Cabe recalcar que Julie es la víctima más joven de la pandemia al momento. Sin embargo, también debes saber de Alma Clara Corsini la mujer de 95 años de edad en Italia que se convirtió en la primer mujer de esa edad en ganar la batalla contra el virus. ¿Irónico cierto?

Collage hecho por Grecia Soto con imágenes de Alma Clara Corsini (arriba) y Julie (abajo)

En estos momentos nadie está exento ni de librarse del contagio, así como de asegurar una recuperación oportuna. En una época tan vanidosa en la que se ha intentado medir la vida con números, un virus ha sido el encargado de recordar al ser humano algo que probablemente había dejado olvidado en un cajón: humildad. 

Hace dos días, en una plaza de San Pedro totalmente vacía el Papa Francisco dio la bendición papal Urbi et Orbi, latín para a la ciudad y al mundo, y así mismo, hizo un llamado a la humildad: "Nos encontramos todos, juntos en la misma barca, cada uno de nosotros importantes y necesarios... Nos damos cuenta que no podemos ir cada uno por su lado"

El momento actual es crítico, y las repercusiones que se irán desenvolviendo también lo van a hacer. Urge solidaridad, urge empatía, porque al día de hoy el mensaje es claro: esta crisis afecta a todos por igual.