El rostro de la crisis

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Foto: Andrés E. Velasco

Por: Andrea Cabrera

Practicum 2

El pasado 8 de octubre Andrés E. Velasco y Gustavo Gerstsner, estudiantes de la Universidad Anáhuac México acudieron al Estadio Jesús Martínez “Palillo” para realizar una cobertura más detallada sobre esta primera caravana de centroamericanos que llegó a la Ciudad de México estableciéndose en este albergue.

Actualmente esta primera caravana abandonó ya la CDMX para continuar la ruta en su camino a los Estados Unidos. Sin embargo otros inmigrantes ha llegado y estuvieron establecidos en el Palillo y aquí te contaremos más sobre lo que encontraron Andrés y Gustavo en su visita a este refugio, del que se llevaron valiosos testimonios y experiencias. A mediados de noviembre el estadio fue cerrado como albergue y los centroamericanos que aún llegaban fueron ubicados en otras casas albergue más pequeñas.

Foto: Andrés E. Velasco

Llegar a un país nuevo buscando mejores oportunidades a costa de abandonar tu tierra, raíces y personas que amas nunca es una decisión sencilla. Sobre todo cuando los secuestros, extorsiones y desapariciones se hacen presentes día a día en esta “tierra desconocida”. ¿Será que entonces dejas de vivir y empiezas a sobre vivir?

Al menos ese es el caso de Ángel Arellano, un hondureño lleno de esperanza que con el ideal y firme convicción de darle una mejor vida a sus dos hijas y esposa, tomó la decisión de aventurarse solo a esta travesía para cumplir el sueño americano.

Foto: Andrés E. Velasco

Dicen que la ilusión y la esperanza es lo último que muere y Ángel lo recuerda todos los días, hay alegría en su rostro y en el de cada persona que logra cruzar una sonrisa con él, que resultan ser contagiosas, o al menos lo fue para Andrés y Gustavo.  

Al platicar con Ángel como un referente de las intenciones, propósitos y pensamientos de los tantos inmigrantes que están pasando por la misma situación que él, permitió que Andrés y Gustavo se dieran cuenta de lo impresionante que es escuchar una historia de vida que tiene una realidad tan distinta a la tuya, y lo más impactante es que esa realidad para ellos es algo normal y con lo que tienen que vivir día a día en sus países natales.

Foto: Andrés E. Velasco

Gustavo denomina como una “fortaleza en común” el hecho de que todos estos inmigrantes tuvieran el valor de salir de su zona de confort, de su suelo y de cruzar a pie una nación entera. Sin importar su nacionalidad o condiciones de vida precarias en todos los aspectos posibles y la clara pobreza que inunda sus países a más no poder, todas las personas que hoy en día se refugiaron en el Palillo tienen un objetivo en común que es una mejor calidad de vida para ellos y para los suyos.

“Allá en honduras todo es complicado, política, economía, todo… la gente vive mal, mucha gente pobre que no junta ni para comer y por eso tanta gente esta aquí, porque no aguanta esa pobre vida y tienen que emigrar”

Foto: Andrés E. Velasco

Personas que tienen sed de salir adelante pero que las condiciones de sus naciones no se los permiten. La solución que ellos ven y la única salida a esta mala calidad de visa es ir a perseguir sus sueños a otro país en que puedan desarrollar un trabajo y ganarse la vida como tú o como yo.

Naciones donde el narcotráfico es una fuente de ayuda y empleo como es el caso de Honduras, obliga a los ciudadanos a moverse y a luchar hasta la última gota de sudor o minuto de vida con tal de vivir dignamente , ese es el testimonio de Ángel Arellano.

Foto: Andrés E. Velasco

Pero que no se quede en palabras, la realidad es que en México la situación no es muy distinta, debemos de tomar cada uno de los testimonios como el de Ángel para crear una línea de referencia sobre las cosas que queremos para nuestra nación y para el futuro de la misma. Empecemos a crear conciencia que por si sola nos llevará a la empatía con toda esta gente.

Familias enteras, bebés, niños, hombres, mujeres y todo aquel que está buscando una salida a la desilusión, a la pobreza y que huyen de la violencia, son las personas llegaron al estadio Palillo y hoy gracias al testimonio recogido por Andrés y Gustavo podemos ponerles rostro y nombre a la crisis de miles de centroamericanos que se juegan la vida por un mejor futuro.