¡¡¡Gritando Yeah Yeah Yeahs!!!

Por Laura Gómez Aurioles:

El Palacio de Cobre vibraba con cada nota que salía de los labios de Karen O., vocalista del grupo neoyorquino Yeah Yeah Yeahs. La energía crecía al compás de los movimientos que ella ejercía con su gran túnica a modo de huipil prehispánico. Claramente se podían oír los gritos de los fans cantando: “Run, run, run away; lost, lost, lost my mind…”· Runaway fue una opción que no muchos esperábamos como apertura del concierto, mas no cabe duda que conforme subía el tono del sencillo de It’s Blitz! la multitud enloquecía más y más, dejando a un lado los primeros frágiles acordes de piano para pasar a los gritos y el canto colectivo.

Los Yeah Yeah Yeahs se presentaron por tercera vez en nuestro país el pasado 27 de enero, llenando el Palacio de los Deportes en la ciudad de México, haciendo gritar a sus fans hasta quedar afónicos. Trayendo como atracción principal su más reciente disco, It’s Blitz!, el escenario se sacudió con sonidos más electrónicos y “fresas” que en producciones anteriores, destacadas por su energía y ritmo más estrafalario. Así, nuestras cabezas se sacudieron cuando Karen O. salió al escenario con una máscara rosa fluorescente a prendernos con uno de sus sencillos más exitosos actualmente, Heads Will Roll.

La banda desbordó energía y cargaron a todo su público, y no sólo la vocalista entregó todo en su presentación, modelando tres extravagantes cambios de ropa, luciendo sexy, glamorosa y excéntrica; sino que Brian Chase (baterista) y Nick Zinner (guitarrista) derrumbaron todo con el sonido que producían. No faltó el que sacó su cigarrito de mariguana entre el público, combinado con el sudor y la euforia de los que estaban en el slam y los aullidos de los que brincaban en sus butacas hasta la última fila.

No quedaron atrás canciones como Pin, de su primer disco Fever to Tell, acompañada con aplausos al ritmo de la batería, y Cheated Hearts, del álbum Show Your Bones, donde Karen O. se acercó a su público para dejarlos cantar aquel conocido sonido: “¡¡¡u-u-u… u-u-u-u!!!”. Prendieron a todos clásicos como Gold Lion, Phenomena y Y Control. El lugar entonó al unisolo canciones más tranquilas y actuales como Soft Shock y Hysteric; sin poder hacer menos la interpretación del más reciente sencillo del grupo, Skeletons, en dónde la cantante usó otro vestuario alusivo al México prehispánico coronado con un hermoso penacho multicolor fluorescente.

El público saltó de sus butacas al escuchar el inicio de Zero, canción con la que cerró el primer bloque del concierto y todos se llenaron de euforia al jugar con globos oculares inflables que la banda dejó en libertad entre los que brincaban en el slam. En la última brecha, o encore, del evento no pudo faltar la interpretación acústica de Maps, que fue dedicada para todo el staff de la gira y la ciudad de México, ya que este concierto representaba el cierre de la misma. La lista de interpretaciones continuo con Art Star, tan sensual como siempre, y cerró con la canción que definitivamente deja a todos sacar toda la locura para destruir a gritos, brincos y patadas el lugar: Date with the Night.

Si bien el tiempo del concierto no excedió las dos horas, el evento incluyó la mayor parte de los sencillos más importantes de la banda, deslumbrando con los atuendos de Karen O. así como su entrega para el público y su música. Nos dejó queriendo más, pero bien podemos decir que la noche fue para un: ¡¡¡Yeah Yeah Yeahs!!!