Humanizando al héroe

Por Ana Silveyra

Hidalgo: La Historia Jamás Contada

México (2010)

Actúan: Demián Bichir, Ana de la Reguera, Miguel Rodarte, Juan Ignacio Aranda, Gerardo Trejo Luna y Juan Antonio Gaona

Dirige: Antonio Serrano

Desde niños aprendemos a memorizar los nombres de los Héroes de la Independencia, a Doña Josefa, Morelos con su paliacate, Allende (que en verdad pocos saben qué hizo), y, sobre todos y con suma importancia, a Miguel Hidalgo con su calva y pelo blanco.

Nos enseñan que Hidalgo, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, despertó al pueblo de Dolores con gritos de insurrección y ansia de libertad. Pero, ¿cómo fue que Hidalgo llegó a ese momento?, ¿qué hechos sucedieron para que él fuese el líder del levantamiento? Antonio Serrano, director (Sexo, Pudor y Lágrimas), intenta introducirnos al hombre que se convertiría en el Padre de la Patria.

Hidalgo: La historia jamás contada, comienza con Miguel Hidalgo (Demián Bichir) en la cárcel de Chihuahua en 1811. Es aprehendido y acusado de traidor a la madre patria y ofensas a la Iglesia. Luego, por medio de flashbacks, vemos a un Hidalgo joven en la escuela Jesuita preparándose para ser novicio. Años después, Hidalgo es rector de la Universidad de Valladolid, pero, debido a sus ideas de igualdad entre españoles e indígenas, es enviado a ser párroco de una pequeña iglesia en San Felipe Torres Mochas.

Ahí, se rebela aún más permitiendo que los indígenas tomen misa en el mismo lugar que los criollos, dándoles lecciones de alfarería y montando obras prohibidas de Moliere. En este pueblo conoce a Josefa Quintana (Ana de la Reguera), de quien se enamora. Es acusado de ser devoto de Satanás, además de invitar a la tertulia y a la diversión banal.

Estas imágenes y el resto de la historia, nos muestran a un Miguel Hidalgo rebelde, moderno, unificador, un tanto pecador y con sed de justicia. Desmitificando al héroe y haciéndolo un hombre, que es lo que pretende Antonio Serrano.

La producción de escena, a cargo de la ganadora del Oscar Brigitte Broch, es impresionante. La fotografía, los vestuarios, los escenarios y el tono del filme en verdad nos transportan a la Nueva España; a Valladolid, Chihuahua y otros pueblos que fueron puntos clave para la lucha de Independencia. Permitiéndonos ver a México como nunca antes, con espacios ambientados a la época de manera extraordinaria. Es una película digna de Hollywood por su alta calidad cinematográfica y digna de los mexicanos que verán ese periodo histórico retratado de manera impecable.

No es una tediosa lección de historia sobre lo mismo que hemos escuchado siempre, es una entretenida -aunque dudosa- introducción a Miguel Hidalgo, el hombre. Su certeza histórica no es relevante pues no pretende ser un documental de History Channel. Es una película de alta calidad y, a pesar de que a ratos es algo “caricaturezca”, vale la pena y mucho.