El plástico: arma de doble filo

Por Mariana Cárdenas Nájera

Las tarjetas de crédito pueden ser armas de doble filo. Por un lado pueden ayudar a controlar nuestro presupuesto y gastos, servir de apoyo para nuestra economía, pero por el otro nos pueden llevar a caer en una deuda impagable con las consecuencias que esto trae de la mano.

¿Qué son las tarjetas de crédito?, ¿para qué sirven?, ¿solucionan la vida o la complican? Es esto lo que todo el mundo se debería preguntar antes de adquirir una, pues por su realidad se deberían llamar simplemente “tarjetas de deudas”, porque eso, precisamente, es lo que se adquiere con ellas.

El origen

La primera tarjeta de crédito surgió en los Estados Unidos, en el año de 1914, cuando la Western Union decidió darle una preferencia especial a sus clientes, poder atenderles más rápido en restaurantes, tiendas departamentales, etcétera.

La más grande creación que ha tenido el sistema bancario ha sido la tarjeta de crédito. La figura de la tarjeta es de una intermediara financiera, un instrumento de crédito que nos da 30 días para pagar lo que compramos con nuestra firma. El plástico llena la función de la custodia de valores, ya que representa el “dinero virtual”. Ha dejado de ser un movimiento clasista o para gente con mucho dinero, la puede obtener cualquier persona que pueda comprobar tener un ingreso mensual, sustituyendo al efectivo y al cheque.

De Western Union a American Express

Las tarjetas de crédito más aceptadas y reconocidas en todo el mundo son Master Card, Visa y American Express. Todas tienen como elementos el nombre del cliente, su número, la situación financiera, fecha de vencimiento, holograma, el logo de la red de cajeros, banda para la firma, banda magnética y la información sobre el emisor.
Las tarjetas de crédito se pueden clasificar por su naturaleza y el objetivo final, existiendo así varios tipos de tarjetas por su origen, ya sean locales o internacionales, y objetivo dependiendo de las transacciones realizadas en lugares diferentes a dónde se sacó por su moneda.

Ventajas y Desventajas

De acuerdo con expertos en la materia, las tarjetas de crédito “más caras” en su uso son American Express y Visa, pues son las que más generan deudas o intereses son esto se debe a que ambas son internacionales y las personas que las utilizan durante sus viajes se les cobra en dólares.

Para conocer las repercusiones legales, COMA entrevistó abogado Sergio Eduardo Reyes Sanciprian, quien precisó que en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos existen disposiciones que regulan el uso de tarjetas de crédito como el Artículo 11, que a la letra dice: “Los Créditos otorgados mediante tarjetas de crédito, se regirán por lo dispuesto en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito; el Código de Comercio, el Código Civil Federal y el contrato celebrado entre la entidad acreditante y el acreditado, en lo que no se opongan a la presente Ley”

Agregó que en el ámbito internacional destacan regulaciones para este tipo de instrumentos de crédito que resultan interesantes “como la que el pasado 22 de febrero entro en vigor en Estados Unidos que precisa que las compañías de tarjetas de crédito no pueden aumentar intereses durante los primero 12 meses después de abrir una cuenta con las siguientes excepciones: si la tarjeta tiene un interés variable, si te atrasas más de 60 días en pagar tu factura”.

-COMA: ¿De qué manera se puede oficializar la vigencia o término de una tarjeta de crédito pactada a través de un contrato?

De acuerdo con Sergio Eduardo Reyes Sanciprian “el consentimiento del acreditado deberá constar mediante su firma autógrafa o electrónica tanto en el plástico de la tarjeta como en el contrato, y el Banco puede cancelar la tarjeta de crédito a partir del segundo estado de cuenta vencido y no pagado por el usuario”.

Finalmente hay que tener en cuenta que entre las ventajas del uso de tarjetas de crédito están: que los usuarios pueden tener un crédito inmediato, sustitución de manejo de efectivo y cheques, y que funciona para la administración del dinero, control presupuestario, y resolver emergencias. Lo malo está en que a veces se pierde tiempo mientras se autoriza una transacción, que hay posibilidad de “clonación” y fraude electrónico de nuestras tarjetas, y lo peor es que al abusar de ella sin saldar los “pagos mínimos” se pueden convertir en “tarjetas de deudas” con muy altos intereses.