Alumnos fuera de la Basílica de Guadalupe |
Por Marce Mecalco
Después de dos años, la Universidad Anáhuac México volvió a hacer su peregrinación a la Basílica de la Virgen de Guadalupe. Participaron alumnos, administrativos, directivos y docentes tanto de campus Norte como de campus Sur.
A causa del
COVID-19, los lugares este año fueron limitados a 500 personas por ambos campus
y restringido solamente a miembros activos de la universidad, cuando anteriormente
se contemplaba alrededor de 900 personas. A pesar de esto, el registro se llenó
y una parte de esos lugares fueron reservados para el programa de inclusión organizado
por el área de Acción Social del campus Norte.
Se citó a
la comunidad universitaria a las 9:00 am para comenzar el registro y la entrega
de las playeras, la cual tenía plasmada el significado de peregrinar. Después,
se juntaron a todos los participantes en la explanada para realizar una
actividad que consistía en escribir en un listón dorado una petición personal y
crear una silueta de la Virgen María de Guadalupe para pedirle su intercesión. Una
vez terminada la actividad, se fueron llenando los camiones y a las 9:45 salieron
rumbo a la Avenida de los Misterios para comenzar la caminata.
Alrededor de
las 11:00 am se reunieron a la altura del Walmart para comenzar a caminar juntos,
teniendo al frente una imagen de la Virgen. Guiados por el rector, P. Cipriano Sánchez L.C, la comunidad universitaria se encaminó a la Basílica. Durante el trayecto
se escuchaba música católica, porras y el rezo del rosario para animar a todos.
Al llegar al
atrio, se tomó la foto grupal y formó una fila para entrar a la misa. Dentro
de la iglesia, se siguieron los protocolos de seguridad, checando temperatura y
tomar asientos con sana distancia.
La misa fue
oficiada por el rector, otros cinco sacerdotes que son parte de la comunidad de
ambos campus y sacerdotes propios de la Basílica. En la homilía, el padre Cipriano
invitó a todos a reflexionar sobre lo que nos ciega a las necesidades de los
demás. Así mismo, recordó que ahora que regresamos de estar en una pandemia
había que volver a la oración y pedir unos por otros.
Finalmente, terminando la misa se dio la comunión a quienes lo deseaban según los lineamientos de COVID de la Basílica. Se dieron 30 minutos para pasar a ver a la Virgen y descansar para después subir a los camiones para regresar a cada campus.
Fue una
experiencia de fe enriquecedora para los peregrinos y también de convivencia
entre campus. Algunos alumnos comentaron que estaban contentos de que se
regresara a tener este tipo de actividades después de tanto tiempo y esperaban
que continuaran.
Una grata experiencia
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