¿Puede el Nº 1 saltarse los protocolos de un país?

Por: Juan Pablo Roiz Torre

Practicum 1

Después de una semana intensa en Australia, Novak Djokovic fue deportado del país el domingo 16 de enero del 2022.

El tenista Serbio llego al país en preparación para defender el título que obtuvo el año pasado en el Australian Open. 

La visa de Djokovic fue cancelada por primera vez el 6 de enero, solo unas horas después de haber llegado al país para competir por el primer Grand Slam del año. La visa fue cancelada ya que no cumplía con los requisitos que establecieron los gobernantes del país. 

3 jueces de la Corte Federal de Australia respaldaron la decisión del ministro de inmigración el pasado Viernes 14 de cancelar la visa del deportista Serbio, Djokovic siguió detenido hasta que finalmente fue deportado este Domingo.

El ministro canceló la visa de Djokovic con el argumento de que su presencia en Australia podría "suponer un riesgo para la salud y el orden de la población del país y podría ser contraproducente para los esfuerzos de vacunación de otros en Australia”.

La ATP lanzó un comunicado hoy después de la deportación de Novak Djokovic:

"La decisión que se ha tomado hoy de mantener la cancelación del visado de Novak Djokovic en Australia marca el final de una serie de acontecimientos profundamente tristes. En última instancia, las decisiones de las autoridades legales en materia de salud pública deben ser respetadas. Se requiere más tiempo para hacer un balance de los hechos y aprender de esta situación.

Independientemente de cómo se ha llegado a este punto, Novak es uno de nuestros mayores campeones y su ausencia en el Abierto de Australia es una pérdida para nuestro deporte. Sabemos lo agitados que han sido los últimos días para Novak y lo mucho que quería defender su título en Melbourne. Le deseamos lo mejor y esperamos verlo pronto de nuevo en pista.

La ATP sigue recomendando firmemente la vacunación de todos los jugadores".

Gracias a esto podemos concluir que nadie, ni el numero 1 del mundo, puede evadir las leyes de un país.