por Ana Regina González
Los premios al
Oscar vieron un rebote cultural en sus nominaciones, siendo que en 2018 esta
gala se vio poblada por nombramientos diversificados y mucha atención hacia los
problemas de acoso sexual en Hollywood. Hubo intervenciones importantes de
personajes nominados, como la actriz Frances McDormand que en su discurso
ganador invitó a los creativos del cine a escuchar a las mujeres y diversificar
el medio con los "inclusion riders"
(cláusulas de inclusión); la institución, que lleva premiando a los mejores del
cine norteamericano e internacional por casi 100 años, dio un espacio para que
se discutieran temas poco hablados en el medio del espectáculo. A pesar de que
en 2018 tuvieron el rating más bajo desde su inicio, con una caída del 19%
(equivalente a 26.5 millones de vistas) comparado al 2017, la entrega de la
estatuilla dorada dio visibilidad a personas de color, mujeres y
latinoamericanos; quizá no fue la gran acción hacia la inclusión, siendo que
Greta Gerwig fue simultáneamente la única mujer directora nominada (la 5ta en
toda la historia) y su obra LadyBird no se llevó a casa ningún premio en las
categorías que estaba nominada. La Academia de Artes y Ciencias
Cinematográficas (por sus siglas en inglés, AMPAS) intenta redimir su historia
oscura a través de nominaciones enfocadas en justicia social, pero se quedan
cortos cuando realmente se requiere acción directa.
Frances
McDormand da su discurso de agradecimiento, ganadora de la estatuilla a Mejor
Actriz Principal por su trabajo en Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (Foto: Lucas Jackson/Reuters)
|
Tomemos en cuenta el ganador a Mejor Guión
Original, Jordan Peele, que fue el primer hombre de color en ganar esta
categoría; su premio demuestra un avance en la cultura del cine hollywoodense y
la atención que se le está dando a trabajos enfocados, protagonizados y
trabajados por gente de color (como Moonlight, Blackkklansman, Black Panther,
entre otros). Por otra parte, en 2019 estarían nominados actores como Viggo
Mortensen, cuyos comentarios y el uso de la n-word
(palabra n) en una entrevista pone en duda el compromiso del comité del
Oscar a efectuar un cambio real y no por complacencia de la crítica popular.
Incluso las nominaciones y consecuentes ganancias de la película Green Book
muestran un criterio distinto por parte del organismo, puesto a que la trama
basada en la vida real del músico Don Shirley y su conductor racista fue
comentada como una "sinfonía de mentiras" por parte de los familiares
vivientes del pianista de jazz. En una escena el chófer Tony Vallelonga
(interpretado por Mortensen) le llega a decir que es "más negro que él
[Shirley]"; el hecho de que tenga 5 nominaciones a pesar de las
controversias enseña al público que estos premios no tienen un juicio tan
abierto como se pensaba.
Miembros y elenco de Green Book en los Globos de Oro .(Foto:
Kevin Winter/Getty Images) |
Asimismo, se han otorgado estatuillas y
nominaciones a actores como Casey Affleck o James Franco, los cuales tienen un
historial de reportes de acoso y abuso sexual. Grandes nombres como Gary Oldman
o Kobe Bryant también han sido galardonados, poniendo a un lado las acusaciones
de sus ex-esposas de abuso doméstico y de violación, respectivamente. El Oscar
promueve su misión de comprensión hacia las víctimas de acoso (por ejemplo, en
la presentación de la cantante Lady Gaga y su canción "'Till it happens to
you", que al presentarla en esta gala puso en el escenario a distintas
mujeres que fueron víctimas de abuso sexual), pero no se detiene cuando invitan
a los actores, directores, escritores e incluso anfitriones del evento que
tienen una o más acusaciones de conductas impropias. En 2019 la cinta
semi-biográfica de la banda británica Queen obtuvo tres estatuillas a pesar del
escándalo y declaraciones en contra del co-director Bryan Singer por violación
de 4 hombres cuando eran menores de edad; si bien en ningún momento los
participantes mencionaron el nombre de Singer en sus discursos de
agradecimiento, queda al aire la cuestión de la moralidad cuando se decidieron
los ganadores.
Por ejemplo, el elegido para dirigir el
evento en su nonagésima primera edición fue Kevin Hart, cuyos tweets
homofóbicos de hace algunos años resurgieron después de que se dio a conocer
que él conduciría la ceremonia. Un año antes, películas como Una mujer
fantástica, que muestra la vida de una joven transexual interpretada por la
actriz trans/latina Daniela Vega, ganó como Mejor Película Internacional. Han
sido ganadores nombre reconocidos como Angelina Jolie y Jodie Foster, que son
prueba viviente de que existe la posibilidad de que La Academia reconozca a
creativos LGBT; pero son pérdidas como la de la aclamada Brokeback Mountain, la
cinta francesa La Vie d'Adèle y más recientemente Carol y The Favorite, lo que
nos permite vislumbrar la reluctancia de la institución al reconocer a la
comunidad LGBT.
Queda de más decir que toda las acciones a
favor de la inclusión, respeto y equidad por parte de La Academia de Artes y
Ciencias Cinematográficas se quedan un tanto cortas, a pesar de las
premiaciones a latinoamericanos como Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, así
como la primera mujer mexicana e indígena nominada a Mejor Actriz Principal,
Yalitza Aparicio. Vemos a la gente de color representada en Black Panther y
Spiderman: Into the Spiderverse de Marvel, asimismo no hay ninguna mujer
nominada para Mejor Director (y desde el año pasado hay un número disparejo,
puesto a que sólo 6 mujeres ganaron en categorías mixtas versus 33 hombres).
Para citar a la escritora Ann Hornaday, "aunque fue alentador ver cómo
Hollywood celebra una 'gama más amplia de voces y visiones', el progreso real
vendrá cuando esto no entre en las rúbricas de 'inclusión' o 'diversidad', sino
que simplemente se llamará cine". (The Washington Post, 2018).
Con información de: Hollywood Reporter, El
Economista, Vanity Fair, Variety, NBC News, The New York Times, The Washington
Post, BBC News, Next Best Picture
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