La mujer y la política

por: Shepard Fairey

Por: Frida Méndez

Practicum 1

Esta es una semana que ayuda a reflexionar sobre lo que significa ser mujer en la actualidad, de pararnos, mirar hacía atrás, ver el camino que hemos recorrido y agarrar fuerzas para todo lo que nos falta para llegar a la ansiada equidad de género.

La política es una lugar importante para empezar está reflexión, ¿por qué? Porque de alguna forma fue ahí donde todo se corrompió pero también donde el movimiento femenino empezó.

Durante la revolución francesa los hombres buscaron un sistema democrático  que los representara a todos, pero no pensaron en la mujer y fue así como terminaron en los deberes de hogar, sin representación en la vida pública ni privada.

Al buscar la igualdad era lógico que las mujeres empezaran con la igualdad política, la lucha a ser vistas iguales ante la ley y a tener la oportunidad de votar y ser votadas. Buscaban su derecho a opinar sobre la sociedad de la eran parte.

En México este movimiento empezó a principios del siglo XX pero no fue hasta mediados de los 50 que la mujer mexicana obtuvo su voz en la vida política del país a través del voto.

Sin embargo  una cosa fue obtener el voto y otra cosa es conseguir representación política, la cual ha sido una batalla que aún no se ha podido ganar. De acuerdo a la Federación Nacional de Municipios de México, las mujeres gobiernan 132 ciudades mexicanas; el país ha tenido solo siete mujeres gobernadoras en su historia y el  mundo cuenta únicamente con 10 presidentas de naciones y seis primeras ministras.

Esta es una pequeña línea del tiempo para ver el camino que se ha recorrido en México en cuanto al rol de la mujer en la política del país:

Foto vía: animal político

Por lo visto en esta línea del tiempo el papel de la mujer la política mexicana es relativamente nueva. Y aunque podemos decir que se ha recorrido un largo camino aún queda mucho que hacer es este sector de la población que representa más del 51% del Padrón Electoral, según estadísticas.

Vía: INEGI

Para muchos la participación de la mujer en la vida pública del país puede no tener sentido, pero el tener mujeres representándonos nos valida como parte de la sociedad y da oportunidad a abrir discusión sobre problemas que el género puede tener, como lo es el aborto, la brecha salarial, los feminicidios y esto solo por nombrar algunos.

Esto no significa que tener mujeres en la política va a garantizar la legalización del aborto por ejemplo, pues cada mujer es un individuo con opiniones personales  e ideologías, pero tener mujeres en puestos de decisiones permite que este tipo de decisiones tomen en cuenta a las principales afectadas. Es inconcebible que un grupo de personas que biológicamente no se pueden embarazar tenga que tomar la decisión sobre si la mujer debe o no tener al hijo.

Cada vez la mujeres buscan tener un mayor rol en este sector de la vida pública del país, este año es interesante en este sentido por ser una año electoral.

Los partidos están obligados a postular la misma cantidad de hombres y mujeres a cargos colectivos.

En cuanto a la posibilidad de tener una mujer al mando del país aún nos queda un largo camino por recorrer. La primera mujer en ser candidata en las elecciones fue Rosario Ibarra de Piedra en 1982 y 1988, seguida por Marcela Lombardo Otero en 1988 y 1994, Patricia Mercado en 2006 y Josefina Vázquez Mota en 2012.

Estás elecciones también hubo participación política de mujeres. María de Jesús Patricio Martínez, no logró las firmas para la candidatura independiente, sin embargo  es conocida por dar voz a las mujeres indígenas del país.

Otra mujer envuelta en las elecciones de este años es Margarita Zavala, la cual si logró las firmas y es ahora una candidata independiente a la presidencia. Es mejor conocida por ser la primera dama durante el sexenio de Felipe Calderón.

La cuestión de las mujeres en política no significa darles el voto por el simple hecho de ser mujeres pero si darles la oportunidad de presentar sus propuestas y apoyarlas o no dependiendo a cuanto simpaticemos con ellas, Se trata de darles voz y oportunidad justa de competir.