Foto: del autor
Por: Maximiliano Blanco
Prácticum 1
¿Cuántas veces se puede reinventar algo?, es bien dicho que
lo de siempre es lo de siempre, lo clásico, lo atemporal, lo que funciona y ha
funcionado por décadas siempre será, o ¿no? Cuántas veces de pequeños le pedíamos
a nuestros padres un helado o simplemente tomabas tu pequeña bicicleta e ibas a
la heladería de la esquina o a la del parque, algo tan mexicano y tradicional
jamás pudo haber sido tan diferente hasta que en la llamada nación del helado hubo
una revolución donde el estandarte es portado orgullosamente “Ice Cream Nation”
(ICN).
Empresa 100% mexicana, nacida en el corazón de la ciudad de
México, así es, en la colonia Roma. Surge esta novedosa idea ¿un atrevimiento a
lo establecido en los legendarios cánones de la industria heladera? quizá es
que tal atrevimiento de querer evolucionar las tradicionales heladerías en algo
totalmente inimaginable fue un revolucionario parteaguas en esta generación tan
alternativa, tan “millenial” donde en este caso la creatividad si ha generado
frutos.
El nitrógeno líquido que se encuentra en tanques de un
metal pulido justo en la entrada con la leyenda: “nitrógeno líquido” ahí es
cuando te das cuenta que no te encuentras en un lugar convencional, en una
barra puedes escoger todo tipo de “toppings” o complementos que nunca
imaginaste en una bola de chocolate para acompañar el resultado de un proceso
bastante interesante.
Foto: Chilango.com Primero eliges el sabor y por supuesto pagas por tu helado que en ese apartado no precisamente es el más económico de la ciudad pero ¿realmente importa?, es la experiencia por lo que estas dejando ir tu efectivo y ahí es donde sucede la magia.
Un empleado del
lugar toma de forma líquida el sabor convirtiéndolo en una especie de malteada
frente a ti en una máquina especial donde en cuestión de unos segundos se
congela por medio del nitrógeno líquido que es vertido desde una válvula
situada sobre el recipiente…aparece mucho humo blanco y como cuando un mago saca
un conejo de su sombrero así sucede, solo que en este caso es de chocolate y está
puesto sobre una gran bola de helado del mismo sabor, el líquido de chocolate
se había convertido en la nueva declaración en la industria de las heladerías.
Y ¡a disfrutar!, después de todo el nitrógeno no es tóxico
y solo cumple la función de congelar la materia prima para convertirla en un
helado sin comparación y sobre las calorías, será en otra ocasión.
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