Brasil: un país dividido

Por Vinicius Covas

Alumno de Periodismo 

Río de Janeiro, Brasil.- Sin duda alguna esta fue la elección más disputada de los últimos años, y si como brasileños somos muy competitivos y nos gustan las disputas, en la política quizá eso no sea una buena idea. Al largo de las campañas de los candidatos presidenciales, fueron hechas más de 2.429 pesquisas electorales, las cuales apuntaban que Dilma Rousseff y Aécio Neves estaban en “empate técnico”. La gran cantidad de sondeos sobre intención de voto, demostró la incertidumbre del brasileño ante los candidatos y más que eso: un Brasil dividido. Y la división se confirmó.

51,64% Dilma; 48.36% Aécio

Casi 143 millones de brasileños fueron a las urnas a ejercer la democracia, de esos, 51,64%, o 54.499.901 millones de brasileños, han optado por seguir por más 4 años con la actual presidente Dilma Rousseff, que llevará su partido de izquierda, a cumplir 16 años en el gobierno de Brasil, algo inédito en el país. Aécio Neves, su competencia, ha recibido 48,36% (51.041.010 millones) lo que más que una expresiva cantidad de votos, es una prueba y deseo de la mitad de los brasileños por el cambio, y si en la constitución fuera permitido tendríamos un gobierno con dos presidentes.

Dilma y Lula: La izquierda repite

Los programas sociales implementados por el presidente Lula, sustituido por Dilma Rousseff, les ayudaron a lograr cuatro años más en el gobierno. Los estados que más reciben apoyos del gobierno, que poseen los más altos niveles de pobreza, han votado por Dilma. Aécio Neves ha recibido más votos que Dilma en todo el sur del país, como también en el centro y en el importante estado de São Paulo. 

La derecha y la izquierda

En resumidas cuentas, Dilma ganó con 13 millones de ventaja ante Aécio en el norte y nordeste y perdió por 10 millones de votos en el sur, sudeste y medio oeste del país.

¿Para el 2018?

En la primera declaración de Dilma Rousseff, dijo que le gustaría agradecer, antes de todo, al presidente Lula, que gobernó Brasil en 2002 y 2006, y todo indica que Lula podrá ser candidato en 2018, cuando el partido político PT intentará cumplir 20 años en el gobierno.

La promesas de campaña

Siendo un país líder regional, Dilma Rousseff mira ampliar las relaciones internacionales de Brasil con los países de Latinoamérica y sostiene el reto de asumir la responsabilidad de mantener el país como potencia global emergente en el mundo, además de los problemas actuales enfrentados por el país en su desarrollo económico y social que no van en un buen momento.

El gran reto

La democracia fue cumplida, ahora deberán ser cumplidas las promesas de campaña.

El primer reto de Dilma es unir a Brasil.