Por: Camila de la Fuente (@camdelafu)
El octavo libro de la misma
historia, diecinueve años
después, es una brillante sorpresa que surgió para los que somos amantes de
Harry Potter, personaje que nos acompañó en nuestra infancia. Un bestseller instantáneo, a pesar de las
dudas que manchan la reputación del libro por ser una extensión tardía de los
clásicos. El día que salió a la venta ya estaba agotado en México y
probablemente en el mundo. El auge literario me obligo a tener paciencia y después
de una larga lista de espera, tenía el libro en mis manos para aventurarme, con
nostalgia, al mágico mundo de J.K Rolling.
Harry Potter and The Cursed Child es una obra
de teatro y se lee como tal, entre actos y escenas. A pesar de ser un libro
grueso, su lectura es rápida y fácil. Está escrito por John Tiffany y Jack
Thorne, apoyados por la famosa creadora de los pasados 7 libros. La esencia de
la historia está intacta, los personajes siguen teniendo esa personalidad tan
peculiar que conocimos a través de los años. La obra permite ver otros ángulos
de los protagonistas, ya con más años de experiencia y aprendiendo a ser
padres. Además nos permite reconocer rasgos de ellos en sus propios hijos,
quienes gracias a los logros de sus padres, se ven afectados por su sombra.
Albus Potter, un niño frustrado por la grandeza
de su padre, no se siente a la talla. Se considera una la oveja negra de la
familia. Harry, sin tener referencias por la ausencia de su propio padre, no
sabe manejar su complicada relación con su segundo hijo. Albus, el primer
Potter clasificado en Slytherin, a su vez, se junta con Scorpius, hijo de Draco
Malfoy, quien es marginado socialmente por el pasado oscuro de su padre y además,
es víctima de rumores que susurran que Lord Voldemort es su verdadero progenitor.
Juntos consolidan una amistad sólida, a pesar de la rivalidad de sus padres. Los jóvenes considerados como decepciones del mundo de la magia, tienen una vida tormentosa y llena de inseguridad en Howarts, fomentando una popularidad escasa. Miran al mundo con odio hasta que deciden que a pesar de considerarse unos perdedores, tienen mucho que ofrecer. Buscan reinventar su vida y demostrar su valor tratando de resolver los errores de sus padres, retando el dinamismo del tiempo y cómo cada decisión puede cambiar el rumbo de la historia.
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