Por
José Manuel García Navarro
Londres,
Inglaterra.- En la Alberca Olímpica terminó una era, pero comenzó la leyenda
que vivirá por siempre, en la historia del deporte y es que mucha gente se dio
cita para ver la última aparición que tendría Michael Phelps en éste recinto y
lo haría en el relevo combinado de 4x100.
El comité organizador hacía la
presentación de los países participantes y cuando tocó el turno del equipo
estadounidense, todos los aficionados se volcaron en porras, gritos y ánimos
hacia la despedida del tritón de Baltimore y quienes los acompañaban.
Era una competencia muy cerrada e
inclusivo en desventaja para los norteamericanos, viéndose superados por los
nipones, hasta que llegó Phelps y puso las cosas en su lugar con su gran
técnica en el tercer relvo que era el de mariposa. Desde el inicio hasta los
cincuenta fue recortando terreno pero no sino hasta el regreso que amplió la
ventaja que ya nunca más perdieron para de ésta manera continuar la hegemonía
de ésta prueba, la cual nunca en la historia olímpica han perdido los
norteamericanos.
Llegó el momento de la premiación y
con eso el principio del fin, la medalla le fue colgada y se pudo leer en sus
labios un “Thank You” para después pasar a los himnos nacionales, en donde se
vio el Michael Phelps que muchos no conocíamos, una persona sentimental y con
lágrimas en los ojos a pesar de que en su infancia se le fue catalogado como un
niño problema, con hiperactividad y con déficit de aprendizaje. Pero eso ya no
importaba, él se despedía de Juegos Olímpicos como para muchos el atleta más
grande en logros que ha visto el ser humano hasta ahora. Como lo hará en los
próximos días la hermosa rusa Yelena Isinbaeva en el
salto con garrocha.
En la marcha de 20km los mexicanos
completaron el circuito que pasaba frente al Palacio de Buckingham, ofrecieron su mayor esfuerzo, pero no fue suficiente para colarse al pódium
olímpico tan ansiado, pues los estudiantes de la Universidad Anáhuac, Éder
Sánchez, los hermanos Isaac y Ever Palma se colocaron en 6to, 34° y 46° lugar
respectivamente.
El atleta sudafricano Oscar Pistorius
hizo historia al ser el primer corredor amputado que corre en unos Juegos
Olímpicos y lo hizo a la manera grande pues logró clasificarse a la semifinal
de los 400 metros planos, estancia donde buscará colarse a su primer final
olímpica. Bolt comenzó tranquilamente su defensa de su reinado olímpico, y
aunque no será fácil pues tiene de contrincantes a sus compatriotas Yohan Blake
y Asafa Powell, además al equipo estadounidense, se le vio muy seguro en las
eliminatorias.
Oscar Pistorius |
Por otro lado el dramatismo se vivió
en la sesión vespertina, pues en un cierre muy dramático de los 100 metros
planos femeniles, la jamaiquina Shelly-Ann
Fraser revalidó su título olímpico como la mujer más rápida del planeta
obtenido en Beijing 2008. Anterior a esto en al final de los 10,000 metros
planos, el británico de origen somalí Mo Farah, destronó el reinado que tenía
Kenenisa Bekele mandándolo al cuarto lugar, sin embargo su hermano menor,
Tarikú logró colarse al cuadro de medallas en el tercer lugar, por detrás del
estadounidense Galen Rupp. La mayoría de esto competidores se volverán a ver
las caras en los 5,000 metros, sin duda, una de las pruebas estelares del
atletismo.
Shelly Ann Fraser |
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