"La fiesta" terminó: el adiós de Serrat en la CDMX

 

Texto y fotos por Arturo Corona M.

Hablar de Joan Manuel Serrat es recordar muestra historia personal, de nuestras memorias, desde finales de los años 60 a la fecha, 57 años de carrera artística, una parte en el exilio por su rechazo a la dictadura de Francisco Franco que le cerró su patria por un buen tiempo para quedarse entre nosotros exiliado, recién cumplió medio siglo de su primera visita a nuestro país.  Muchos de sus temas los hemos hechos nuestros, nos identificamos con ellos y los hemos coreado en sus muchos conciertos.

“Dicen que es una despedida, No hagan caso. Esto es una fiesta” dijo al iniciar su penúltimo concierto en México, dos días más tarde se presentaría en el Festival Internacional Cervantino para decir adiós al menos musicalmente e interpretó la primera de la noche “Dale que dale” y cayeron las primeras gotas de lluvia que se fueron hasta casi al final, pero el agua no enfrío el ánimo.  Siguieron temas como “EL carrusel del furo”, “Lucía”, “Barquito de papel”

Foto Arturo Corona M. 

"En esta vida inevitablemente todo lo que empieza tiene que terminar” dijo a manera de despedida ante unos 80 mil asistentes a su penúltimo concierto en México, el pasado viernes en el zócalo de la Ciudad de México. Parecía que la lluvia esperó pacientemente hasta que dieron las 8 de la noche para caer sobre los asistentes que aguantaron y coreaban temas como “Penélope”, “La Fiesta”, “Mediterráneo”, y la emblemática e infaltable “Cantares” su exitoso  tema musical basado en un poema del sevillano Antonio Machado el más joven poeta de la Generación del 98. A la estrofa de:

“Caminante no hay camino,

Se hace camino al andar…

Golpe a golpe, verso a verso”

Así lo cantó Joan Manuel Serrat: 

EL concierto bien organizado por el gobierno capitalino, asigno sillas cercanas al escenario a las personas adultas mayores, muchos de ellos lo vieron desde ese primer concierto suyo en Bellas Artes hace 50 años. La señora Maru de 66 años de edad, una de ellas, devota del cantautor catalán, dice que desde ese primer concierto cuando tenía 16 años no se ha perdido uno solo y al primer acorde de una canción las identifica inmediatamente y conoce a fondo la historia de su ídolo. Ella una de las asistentes a este concierto gratuito que recordaba el anterior en el mismo lugar, pero hace nueve años con temas como “Para la libertad” y “Tu nombre me sabe a hierba” y la simbólica:  “Hoy por ti, mañana por mí”

Foto: Arturo Corona M.

La gira titulada “El vicio de cantar 1965-2022” ha llevado a Serrat por 13 países con 74 conciertos en total desde el pasado 17 de abril cuando se presentó en Nueva York. EL concierto del cierre será en su querida Barcelona, tierra que ha defendido mucho y algunas canciones como Padre de hace 50 años en catalán protestaba de los mismos problemas que hablamos hoy, el cambio climático y la contaminación.  Al presentarla dijo con tristeza que lo mismo que alertó hace tanto tiempo, hoy está peor y le duele que sea algo vigente. Su defensa de la cultura y la lengua catalana de hicieron recibir la Medalla de Honor del Parlamento de Cataluña en el año 2007.

Originario del barrio de Pueblo Seco en Barcelona, Cataluña, el cantautor hizo un recorrido en el tiempo entre sus temas que lo han ubicado en un sitio privilegiado entre su gente y la gente que conoció por medio de su canciones en Catalán que había un pueblo en España que no era reconocido y que luchaba por hacerse oír, y que ubicaba a poetas como Miguel Hernández poeta de la Generación del 27, “nacido en 1910 en Orihuela -como explicó Serrat- y muerto  en la cárcel de Alicante a los 32 años de edad, hombre comprometido con su tiempo, con la libertad, la vida y su gente. Se lo arrebataron” dijo al presentar la canción “Nanas de la cebolla” con versos escritos durante la guerra civil española, en momentos de hambruna.

Finalmente tras casi dos horas de concierto, el artista se despidió de la Ciudad de México con “Esos locos bajitos” y “Penelope” y tras un grito de “Viva México cabrones”, el cantante se despidió de los escenarios capitalinos, pero que mejor escenario que la plaza del zocalo de la Ciudad de México.