Omar Álvarez, alpinista profesional, empresario y docente comparte como través del montañismo y el emprendimiento a logrado desarrollar un concepto al que llama “Filosofía de la montaña” para aplicarlo a todas sus actividades cotidianas y profesionales
Actualmente Omar Álvarez es un emprendedor enfocado al desarrollo de negocios y modelos de ejecución, a la par de ser mentor, docente, egresado de la Universidad Anáhuac y alpinista profesional que ha conformado junto a Rafa Jaime una cordada que ha dado mucho de que hablar y que ellos mismo han denominado como “Cordada a Oscuras”.
Esta Cordada a Oscuras tiene que ver con que Rafa Jaime, compañero cordada de Omar, es un alpinista invidente y, en conjunto con Omar, han realizado escaladas a montañas de alta dificultad. La situación es que, para Omar el alpinismo no solo es una de sus más grandes pasiones, sino una escuela de vida, aunque no siempre fue así.
Omar compartió que realmente lo que lo acercó al montañismo fue un punto de inflexión en su vida, en este caso la muerte de su padre, quien pidió que sus cenizas fueran esparcidas en el pico de Orizaba por sus mismo hijos. Fue Omar quien decidió hacerlo realidad, aunque inexperto, estaba seguro de llevar a cabo el último deseo de su padre, lo que lo llevó a realizar una gran preparación física y mental apoyada de profesionales para al final cumplir el deseo de su padre y a partir de entonces descubrir su segunda gran pasión al igual que la docencia.
“Siempre digo que la montaña lo que realmente me ha enseñado es entender que no solo uno escala montañas de roca y de hielo, en realidad las montañas que uno aprende a escalar son las montañas de la vida” apuntó.
En este sentido, él mismo se describe como una persona que lleva a cabo tres principales premisas en su vida “Ser; Soñar y Servir”. En congruencia con su propósito de vida, Omar ha decidido guiar a la gente joven especialmente a través de sus pasiones y habilidades personales, llevándolo a cabo a través del alpinismo, la mentoría y la docencia.
Pero es a partir del montañismo que desarrolló la Filosofía de la Montaña, la cual extrapoló al tema del emprendimiento. Ahora bien, a partir de la llegada del Covid-19, la quiebra de negocios y pérdidas masivas de empleo, han hecho que la gente se busque la vida y muchas veces a través del emprendimiento por eso Omar hace suma énfasis en la idea de que “no podemos apalancarnos en un emprendimiento por una oportunidad de negocio, hoy más que nunca el principal motor que un emprendedor debe de tener es la pasión, algo que se ame, donde se tenga habilidad, que lo necesite el mundo y que se pueda monetizar”, aseveró.
Las cifras no mienten y es que, el alpinista compare qué, 8 de cada 10 negocios que abren en México, quiebran antes de su segundo año por apalancarse de una oportunidad de negocio que no es necesariamente la pasión de quien lo crea y es lo común, porque “las cosas se van a poner difíciles, no estamos hablando de cualquier cosa y cuando se pongan difíciles emprendiendo sobre una idea que no te motiva más allá de haber aportado capital no vas a tener capacidad de resiliencia ante esas situaciones”.
Dado todo el contexto actual y todo el aprendizaje adquirido para Omar, decidió ayudar a los demás aterrizando una metodología (filosofía de la montaña) que se basa en 3 verticales.
- Ser: Saber qué es lo que amas para encontrar un mercado en el que puedas desarrollar una solución a un problema y por supuesto monetizarlo.
- Soñar: Identificar el objetivo y visualizar la consecución del mismo.
- Servir: Encontrar una solución que pueda resolver un problema ante una necesidad real que tenga el mercado, dejando de ver solamente por la remuneración económica que muchas veces desvirtúa el camino y por eso fracasan los emprendimientos.
Esta metodología tiene como objetivo principal ayudar a los demás a identificar sus pasiones y poderlas aterrizar en un modelo de negocio del cual puedan vivir. La consigna, lema o slogan del trabajo de Omar Álvarez es “Haz de tu pasión tu trabajo”.
¿Pero es esta la única vía para emprender?
“Es la correcta, al menos en mi filosofía de vida, las herramientas adquiridas y lo que he aprendido allá afuera”.
Pero también hay que entender que el llevar el emprendimiento a cabo tiene una curva de aprendizaje como cualquier empleo, pero en este caso hasta de 3-4 años en lo que despega y mientras se tiene que percibir un ingreso, de ahí sale el conocido concepto llamado “trabajo vehículo”, que puedes llevar a la par de lo que estás empezando a construir, hay que ser muy disciplinado porque siempre debe hay que encontrar espacio para llevar ambos caminos a la par hasta que el emprendimiento tenga la suficiente proyección.
“Tu, yo y quienes nos escuchan tenemos un propósito de vida, el gran secreto es tener la determinación, ese valor para dar el primer paso que no es fácil”, de modo que no haya arrepentimiento por no explotar nuestros dones cuando ya no estemos en posibilidades de brillar.
Hay un ecosistema de emprendimiento el cual no es aprovechado por mucha gente a pesar de que muchas de las herramientas disponibles son gratuitas. “”El pretexto es decir que el emprendimiento no es para todos, pero los casos de éxito están en quienes dan ese primer paso y se enfrentan a la austeridad, hasta que logran darle la vuelta a la situación para disfrutar de la abundancia”, recalcó Omar.
Sin embargo, todo lo anterior no quiere decir que en esencia todo el mundo debe emprender, puesto que de ser empleado se puede aplicar la misma filosofa, empezando por estar en una empresa que sea de nuestro agrado, una industria que te mueva en lo más profundo de tu ser.
“Recuerdo que mi primer trabajo fue vendiendo fibras, en ese entonces no tenía a alguien que me pudiera guiar pero lo que debí haber hecho mientras trabajaba vendiendo fibras, era buscar mi pasión y no perder 10 años de mi vida”, pues a pesar que aprendí mucho, pude haber usado ese tiempo directamente en lo que más me gustaba, explicó Omar.
¿Cómo es la faceta de alpinista a la par?
Principalmente hay que entender que no es un deporte popular en México, Omar nos cuenta como fue entrando al mundo del montañismo a través de un punto de inflexión en su vida.
“Yo no era deportista, mucho menos de alto rendimiento, mi padre enferma de fibrosis pulmonar, durante cuatro años lucho hasta un 24 de noviembre que perdió la batalla. Nunca fue montañismo pero siempre tuvo un lazo con la naturaleza debido a que fue Scout”, comentó. A partir de esta premisa, su padre tiene familia en Veracruz, Coscomatepec en las faldas del volcán “Pico de Orizaba”, dicho sea de paso, el volcán más alto de México y el tercero más alto de Latinoamérica.
El último deseo del padre de Omar fue llevar las cenizas a la cumbre del volcán más alto de México, ante la indecisión de su familia por ver quien cumpliría la misión, Omar tomó las riendas y un 25 de diciembre, la primera navidad sin su padre, sintió por un motor que lo impulsó a llevar a cabo toda la preparación necesaria para subir el volcán.
A partir de entonces se enamoró del deporte y de la montaña por todo lo que ha aprendido arriba de la montaña en la soledad. El compromiso que ha desarrollado, la disciplina mental y el llevar al extremo su cuerpo.
Posteriormente en el camino llegó Rafa Jaime a su vida un alpinista ciego con quien escala montaña, se denominan como un equipo poco convencional porque ninguno leva a ninguno, ambos tienen fortalezas que se integran y que les han permitido destacar en el mundo del alpinismo internacional.
Hace poco más de un año se convirtieron en la primer cordada iberoamericana con un integrante ciego que escaló la montaña mas alta del continente americano. Constantemente viajando alrededor del mundo escalando diferentes montañas de roca y hielo per Omar reitera “escalando las montañas de la vida”.
Justamente fue Rafa quien lo motivó a llevar el montañismo de manera profesional al ver la bandera que tiene tatuada en la pantorrilla que es el símbolo de la discapacidad con un tache, porque la discapacidad acorde a su compañero de cordada es un tema más emocional y mental que una discapacidad física.
“Cuando conocí a Rafa y vi que teníamos un sueño que compartíamos, el sueño de poder llevar el mensaje de que un alpinista invidente podía llegar a las montañas más altas cuando incluso alpinistas que pueden ver ni siquiera lo han logrado”, significó algo profundo en la vida de Omar y fue cuando decidió llevarlo al próximo nivel.
Sin embargo los recursos económicos que requiere una expedición alpina de este nivel son millonarios en algunas ocasiones, de mis de pesos sin duda, he ahí uno de los obstáculos de esta cordada.
Muchas empresas patrocinan deportes ya realizados o bien, a quien consigue logros, o bien, a quien ofrece una ganancia, en este caso al ser un deporte poco popular, al no haber conseguido ningún logro y al tener a un alpinista invidente, se convirtieron en situaciones que tenían que evolucionar a su favor porque eran una adversidad en tal momento.
“Después de muchos años de muchos fracasos, después de muchos años que nos cerraron las puertas, hoy tenemos ya un grupo de patrocinadores AAA que sí lo son, que nos están ayudando a llevar este mensaje a todo el mundo, ahora nos vamos el 5 de junio al Denali, la montaña más alta del note de América que está en Alaska, montaña más fría de todo el mundo y que técnicamente hablando muchas la ponen al nivel del Everest”, compartió Omar como el siguiente gran reto que tienen como “Cordada a Obscuras”.
Todo lo que han logrado asegura Omar, es gracias a sus familiares, patrocinadores y el ecosistema que los rodea por todo el apoyo que les brindan, soñando en poner la bandera de México en alto claro está, pero principalmente llevando a cabo el propósito que ambos se han trazado que es, realizar sus pasiones y hacer de ellas su trabajo y estilo de vida, transmitiendo ese mensaje a toda la gente que tiene posibilidad de alcanzar Omar.
Así el alpinista empuja a todos los jóvenes y quién busque materializar su motor interno a seguir sus sueños y a ejecutarlos.
Redacción por: Eduardo Chávez
Información vía: Omar Álvarez
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