Practicum 1
Por: Luisa Fernanda Rivera
El pasado domingo 26 de agosto, la Ciudad de México realizó la edición 36 de su tradicional Maratón Internacional. Ese día la ciudad celebró un segundo aniversario, los cincuenta años de la celebración de los Juegos de la XIX Olimpiada de la era moderna.México 68. Los corredores ya estaban listos y emocionados por empezar a recorrer esa linea amarilla que se trazó por las diferentes zonas de la ciudad.
La salida fue en el Zócalo de la ciudad a partir de las 7:00am. Los atletas recorrieron avenidas como Reforma, Mazaryk, Chapultepec, Insurgentes, entrando con gran emoción al Estadio Olímpico de CU cruzando la meta. El tiempo límite para que los atletas finalicen la competencia fue de nueve horas, el triunfador lo hizo en dos horas con 10 minutos.
Antes del maratón se les recomendó a todos corredores no hacer actividades físicas que los mantuviera cansados o los pudiera lesionar. Un día antes se disfruta de un plan relajado viendo películas en casa o algún plan familiar. Como todo experto lo más importante fue dormir bien y procurar estar lo más relajado posible. El día que estuvieron esperando y para el cual se prepararon por meses por fin llego.
Ese día las recomendaciones eran no desayunar algo que no hayas comido durante los entrenamientos, te puede caer pesado. Llegar a tu punto de salida por lo menos una hora antes para poder calentar, localizar a tus amigos y no sentirte nervioso, aunque la espera siempre dispara los nervios.
Foto: Seleciones
La competencia estuvo muy bien organizada, cada 2.5 kilómetros se localizaron centros de hidratación y asistencia medica. Las calles se llenaron de voluntarios que colaboraron con alimentos y bebidas que sirvieran para subir el rendimiento de los corredores. Y lo más importante, la motivación verbal para que no se rindieran y se sintieran con fuerzas de seguir.
Llegó el momento de la famosa pared de metal después de los 30 kilómetros, muchos cometidores que pudimos entrevistar coincidieron en que pasando la barrera de los 30 kilómetros viene un bajón de fuerzas, fue en este momento donde las calles se veían más llenas de gente motivando con porras, música, o gritos. Las caras de los participantes se notaban cansadas, sudadas y sin esperanza de terminar. Fue importante que en cualquier momento que los corredores se sintieran mal pararan y pidieran ayuda.
A metros de entrar al Estadio Olímpico de CU, las lagrimas de los maratonianos, hombres y mujeres comenzaron a salir mientras gritaban a todo pulmón "lo logré". El correr un maratón, un recuerdo que te queda toda la vida
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