LA TECNOLOGÍA: ¿UNA FORMA DE EDUCACIÓN?

Por Ana Paula Terán Debido a que estamos en un mundo en el que la tecnología ya ocupa un lugar muy importante en la sociedad y en la vida cotidiana, es muy probable que muchos padres de familia lleguen a pensar que la mejor manera de educar a sus hijos es a través de este conjunto de conocimientos técnicos, ya que es un herramienta que tiene una rapidez y efectividad más allá de la mente humana. Steve Jobs, uno de los grandes impulsores en este tema, magnate del sector informático, cofundador de Apple y creador del iPod nunca quiso que la infancia de sus hijos se viera afectada por este fenómeno en el que todos nos manejamos por aparatos electrónicos. En un artículo de New York Times, el reportero Nick Bilton preguntó a Jobs: “Tus hijos deben amar el iPad, ¿cierto?” A lo que Steve Jobs contestó: “No lo han usado. Nosotros limitamos la tecnología que usan nuestros hijos en casa” Incluso algunos especialistas en computadoras y tecnología han comentado que mandan a sus hijos a escuelas en las que no está permitido el uso de la tecnología para aprender, un ejemplo es Waldorf School in Los Altos, y mejor recurren al trabajo manual y de manera presencial en los alumnos. Actualmente es visto, y es un tema muy tocado que hay una fuerte adicción al celular, a las computadoras y a otros aparatos electrónicos. La gente ya está perdiendo el deseo de convivir con otras personas que tiene enfrente, ya que en el celular o en las computadoras tiene "todo" lo que necesita. Esto es un gran indicador y pueden estar sometiendo a sus hijos al mismo camino al engancharlos con la tecnología a tan temprana edad. Formándolos para una vida de “discapacitados” en los que no piensan por sí mismos porque ya tienen a “Google” que les diga todo lo que necesitan saber, o que no tienen que esforzarse por hacer amigos porque ya está su Ipod que los divierte en todo momento. Con esto viene una falta de creatividad, falta de asombro por descubrir cosas nuevas, flojera de pensar por sí mismos, apatía, etc. Piénsalo, en generaciones anteriores los niños jugaban afuera precisamente porque no tenían smartphones ni laptops. Así que la próxima vez que veas a tus hijos pegados a sus aparatos electrónicos podrías considerar llevarlos a jugar afuera, a estar en contacto con la naturaleza. Eso los hará despejar la mente y desarrollar aptitudes creativas para poder llegar a tener grandes ideas.