Camila de la Fuente Sandner
Prácticum 1
“Quiero morir siendo yo mismo,
¿tiene sentido?” pregunta Peeta a la protagonista adolescente, Katniss Everdeen,
la noche antes de los terroríficos Juegos
Del Hambre. Esta pregunta, por más extraña que sea, tiene trascendencia.
Nos hace comprender cómo no importa tanto la muerte con tal de tener una vida
digna.
Cuando este valor fundamental es
secuestrado para poder entretener a una minoría y darle más poder, la pregunta
de Peeta tiene todo el sentido. Como se repite contantemente: es preferible
morir de pie que tener toda una vida arrodillados.
La película Los Juegos Del Hambre refleja la lucha de los opresores contra los
oprimidos, tal cual tesis de Karl Marx. Se busca demostrar cómo el
entretenimiento y los medios son herramientas de control absoluto para mantener
el poder de unos cuantos.
La obra filmográfica está cargada de
ideología, expuesta ante el mundo como un juego catalizador en el que permite
participar -literalmente hasta la muerte- a unos pocos representantes de esos
oprimidos para divertir a los opresores.
En la Doctrina Social de la Iglesia
-siendo una enseñanza moral y no una ideología- se busca justamente evitar este
fuerte abuso que ha existido de los grandes países desarrollados a los que
están en vía de desarrollo. Exige la subsidiaridad como deber de las naciones
de primer mundo para apoyar a los que la han tenido más difícil.
En este caso, si ejemplificamos con
la película de Juegos Del Hambre, el
Capitolio tendría el deber de buscar el desarrollo de los distritos a través de
actos buenos para todos tener la oportunidad de crecer.
En la historia filmográfica sucede
lo contrario. El capitolio se aprovecha de los empobrecidos distritos que le
generan materia prima para la élite. La clase obrera está en estado de miseria,
sin alimentos y con la amenaza de ser escogidos en los sangrientos juegos
mediatizados. Tal cual Coliseo Romano en su época, que veían a sus esclavos o
gladiadores ser comidos por feroces leones por diversión. Pero en este caso, es
peor, es una guerra de todos contra todos.
Es importante notar cómo el
Capitolio busca desunir a los distritos para que estos no organicen algo en su
contra. Lo hacen a través del enfrentamiento en el Juego. Por eso, Katniss es
tan importante en el cambio de la historia. Ella es la primera participante que
resalta la dignidad humana en un juego donde la violencia deshumaniza a los
jugadores. Los convierte en animales depredadores, haciéndolos olvidar que la
vida es sagrada.
En este juego de supervivencia
Katniss crea controversia y hace algo nunca antes visto en medios: se ve
claramente cuando la adolescente le hace un altar de flores a Rue al morir.
Este acto cambia por completo la percepción de la audiencia. Todos están
impactados con las imágenes, lloran en un funeral en el que sólo participa
Katniss, pero muestra en pantalla a todos.
En ese momento, se le recuerda al
público que Rue es humana y merece morir con dignidad, ya que en su corta vida
nunca se la permitieron.
La Doctrina Social de la Iglesia
resalta la unión entre naciones a través de la ayuda social. Se enfocan en la
economía y buscan deshacer el enfrentamiento entre los países. Además, resaltan
la primacía de la dignidad humana poniéndolo como valor principal.
El Capitolio es experto en medios. A
través de ellos hacen la ilusión de que se le está dando una vida digna a los
participantes, dándoles de comer caviar y acomodándolos en elegantes
apartamentos los pocos días antes del juego. El cinismo se hace verbo. Lo
expresa hipócritamente Effie Trinket, tutora de Peeta y Katniss: “Lo maravilloso de tener
esta oportunidad es estar aquí, aunque sea brevemente. Pueden disfrutar todo
esto.”
Aparentan darles dignidad a través
de lo material, cuando por toda su vida nunca se les dio el valor humano que
merecen por simplemente nacer humanos. Son tratados tal cual lo hacen con los
toros antes de ser ser asesinados en un show.
La Doctrina Social de la Iglesia
busca enseñar cómo todos tenemos responsabilidad social para poder lograr el
bien en el mundo. Humaniza al deshumanizado. Defiende los principios básicos
del hombre. Trata como sujetos a quienes toda su vida han tratado como objetos.
Le dan valor a la vida. En sus fines se quiere lograr lo que Peeta tanto desea:
“ser algo más que una pieza de sus juegos”.
BIBLIOGRAFÍA:
Kilik,
J., Jacobson, N. (Productores) & Ross, G. (Director). 2012. Los Juegos del
Hambre. Largometraje. EEUU: Lionsgate.
Juan
Pablo II. 2004. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Obtenido de: http://bit.ly/1kvbLe4 el 12 de octubre de 2016
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