Chile revienta los planes políticos de Boric

 El domingo 4 de septiembre del 2022 será una fecha marcada para la posteridad de la historia de Chile, pues fue la primera en casi 50 años que el país andino enfrentó un intento de cambio en la constitución. En el 2019, miles de chilenos salieron a las calles a protestar en contra del gobierno de Sebastián Piñera y la gente demandaba un cambio en la constitución que había dejado la dictadura de Augusto Pinochet. Gabriel Boric se presentó a las elecciones con esa baza electoral y bajo la promesa de que él iba a ser el salvador que le iba a dar un lavado de cara a las leyes que regían al país.

Ciudadanos chilenos mostrando su rechazo a la reforma constitucional. Foto: RTVE

Como dice el dicho, el hambre se juntó con las ganas de comer, y dicho y hecho, Boric ganó las elecciones y tomó posesión del poder el 11 de marzo del 2022 y seis meses después abrió las urnas para que la gente saliera a votar a favor de cambiar la actual constitución o para mostrar su rechazo al cambio y mantener la actual.

Pues bien, una vez la intensa jornada del domingo terminó y los votos se terminaron de contar, los resultados finales fueron muy contundentes con el sentir y pensar del pueblo chileno; el 61% de la población mostró su rechazo a la reforma constitucional, mientras que el 38% mostró su aprobación, el 0.59% votó en blanco y el 1.54% de los votos fueron nulos.

Unos resultados muy lejos de lo que esperaba el mandatario chileno, que poco después de que se dieran a conocer los resultados dijo “El pueblo chileno no quedó satisfecho con la propuesta de Constitución y, por ende, ha decidido rechazarla de manera clara en las urnas”, y concluyó diciendo que “hacer frente a estos importantes desafíos requerirá prontos ajustes en nuestros equipos de Gobierno, para enfrentar este nuevo período con renovados bríos”.

En declaraciones a los medios, Alberto Coddou, Doctor en Derecho Constitucional y académico de la Universidad Austral de Chile, dijo que “está marcado por la tensión entre proceso y texto. El trabajo de la Convención estuvo sujeto a diversos vaivenes y tensiones que van desde la pandemia hasta el masivo aterrizaje de independientes sin militancia política.

 

Entonces, con todo ese contexto que marcó al proceso, creo que hoy hay un texto relativamente razonable. Es evidente que todos nosotros, individualmente, habríamos redactado otra Constitución, pero creo que el ejercicio no es ese, sino que tratar de poner de acuerdo a 154 manos que tienen que escribir al mismo tiempo un texto que represente a todos”

Gabriel Boric se enfrenta ahora a unas semanas muy movidas en las que tendrá que reevaluar su estrategia política, pues muchas de esas personas que lo votaron hace casi un año, son las mismas que este mismo domingo le han dado la espalda a su propuesta de cambiar la constitución, y que también ha generado que su figura política haya quedado debilitada a los ojos del mundo y de muchos de los gobiernos aliados y que también pensaban en hacer una reforma constitucional en el país que encabezan.

Por Juan Diego Pardo Martínez

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