Para ti.

María Bescós Rodríguez
Practicum 1

Había una vez una bruja muy sola, se pasa los días leyendo, meditando y a veces llorando, cuando estaba con sus amigos reía, pero en realidad no sabía lo que era la risa. llevaba una vida tranquila, sin emociones demasiado fuertes. Su corazón lloraba en las noches y poco a poco se fue volviendo de piedra, hasta que un buen día dejo de sentir dolor, alegría y amor. No confiaba en la gente y era bastante orgullosa, hay que entenderla, su vida complicada fue. No salía con magos ya que le causaban roña, no salía con duendes ya que se aburría y no salía con centauros ya que eran muy engreídos.

Un buen día mientras paseaba por el bosque encantado, vio a lo lejos algo que no pudo ignorar, era un caballo blanco, estaba amarrado a un árbol y como tenía silla de montar, su dueño muy lejos no podía estar, saco una manzana y se la dio de comer y se sentó en una piedra a esperar al humano que había dejado a ese hermoso animal en medio del bosque.

Al cabo de dos horas llegó el humano, al verla le dijo “Perdón pero, ¿Quién es usted?” tenía ojos verdes y era muy alto y en ese momento despertó la curiosidad de la bruja “Soy la bruja del bosque, y no te parece que no deberías de dejar a este bonito animal, alguien podría robárselo” el hombre contestó “La gente es buena y no haría tal cosa” en ese momento la bruja vio el gran corazón que el humano tenía y quedó bastante sorprendida, platicaron todo lo que quedaba de tarde, y al final se despidieron, cada uno debía volver a sus respectivas casas, no si antes prometerse que se verían mañana.

Los días pasaban y no se dejaban de ver, hablaban y reían por horas, hasta que llegaba la noche y se tenían que separar, cuando la bruja llegaba a su casa siempre pasaba lo mismo, al ir a su espejo encantado, su reflejo que era la voz de su conciencia le decía, "¿Qué haces niña? Sabes lo que pasará si esto acaba mal, no te puedes enamorar de un humano, su familia jamás te aceptará, a lo que ella contestaba "Por una vez en mi vida, voy a dejar de hacerte caso y a confiar en él, no lo conoces como yo, así que no puedes opinar".

El día en que confesaron su amor llegó  y cuando llegó a su casa jamás se había sentido así de bien. No pasó mucho tiempo para que el miedo se apoderara de ella y fue tan asfixiante que apenas podía respirar, entonces salió a dar una vuelta por el bosque, pensaba que como podía ser todo tan perfecto, como podía ser tan feliz, ella nunca se había sentido así y eso la estaba matando, todas las personas que en algún momento habían entrado en su vida terminaban por marcharse, lo cual la había convertido en una bruja muy sola y desconfiada, lo peor era que sabia que no había marcha atrás estaba tan enamorada de aquel hombre que si se iba, su corazón no lo resistiría, entonces luchó con ese miedo los primeros meses y cuando lo superó fue lo mejor que le pudo pasar, disfrutó del amor que se tenían y rara vez discutían, se volvieron mejores amigos y no había una tarde que no estuvieran juntos, se hicieron mil promesas y mil regalos y para ellos no había un mejor cuento.

Pero como nada es perfecto, llegó la época de problemas, parecía ser eterna, pelea tras pelea, lágrimas y gritos, pero con todo eso de la mano iba el perdón, no podían pasar más de horas peleados, lo cual demostraba que eso solo era una mala racha. La última pelea llego, gracias a ella se aclararon las cosas y los dos prometieron arreglar en lo que habían fallado para que al fin las discusiones se acabaran. Sin importarles el que dirán, ellos no se rendirán y seguirán luchando el uno por el otro,

Y esto es para ti, que si a pesar del carácter de la bruja y de lo despistado del hombre, lograron solucionar sus problemas con un poco de esfuerzo, cualquiera puede hacerlo, entendiendo que una relación es de dos y que en ella van a existir peleas y malos ratos así como, risas y días felices, porque el amor no siempre tiene que ser fácil, más bien es complicado y hay que trabajarlo.