La princesa que lloró

María Bescós Rodríguez
Practicum 1

Hace muchos años en un castillo encantado vivía una princesa, a veces se sentía muy sola a pesar de estar rodeada de su familia y los que se hacían llamar sus amigos. Un buen día llego su padre y le dijo "Ya es hora de que encuentres un buen esposo que haga crecer nuestro reino" a lo que la princesa contestó "Solo me casare con aquel que sea capaz de vencer al más feroz de los dragones" "¿Cómo planeas que eso pase querida?" respondió el rey y así fue como la princesa le explicó que se encerraría en el castillo negro, el cual estaba custodiado por un dragón tan peligroso que nadie se atrevía a acercarse, su padre no estaba totalmente de acuerdo, pero al ser el futuro de su hija accedió. Así pues a la mañana siguiente la princesa viajo al castillo negro y a la hora en la que el dragón dormía, se escabullo al castillo y se instalo en la torre más alta. 

La historia de la princesa llegó hasta el reino más lejano y por simple orgullo no hubo príncipe que se resistiera a luchar contra el dragón, así fue como todos viajaron al reino de la princesa y se presentaron ante el rey para pedirle su autorización para ir a pelear contra la bestia, él accedió y en el momento en el que el rey dio la autorización salieron rumbo al castillo negro. 

Al llegar, todos se instalaron y prepararon para la pelea con la bestia, como tenían que entrar separados decidieron echarlo a la suerte, se rifaron los lugares y decidieron que el primero entraría a la mañana siguiente. 

De esta forma, en el momento que los primeros rayos del sol tocaron el cielo, el primer valiente estaba entrando al castillo para enfrentarse al dragón. Al verlo, no lo dudo ni un segundo y huyó por su vida, corrió hasta el campamento en donde dijo que cualquiera que entrara estaba loco, que en ese lugar solo perdería su vida, los invitó a su viaje de regreso y criticó a la princesa diciendo que estaba loca y que se quedaría sola en ese castillo para siempre. De esta forma más de la mitad de los príncipes se fueron con él y los que se quedaron fue cuestión de tiempo para que el miedo se apoderara de ellos y les hiciera regresar a sus castillos. 

Sin saber lo que estaba ocurriendo la princesa se arregló con su mejor vestido, sus mejores joyas y con un peinado impecable, pero su sorpresa llegó en el momento que decidió asomarse por la ventana, fue entonces cuando descubrió que todos los príncipes que habían llegado la noche anterior se habían ido, quedó devastada y sucumbió en un llanto tan triste que ni el gran dragón pudo soportarlo, voló hasta la torre más alta y pregunto "¿Quién se atrevió a desafiarme y decidió entrar en mi castillo sin mi permiso?" la princesa al escuchar esto entró en pánico "¿Qué voy a hacer? ¡Va a matarme!" pensó, pero decidió que no tenia otra opción más que contestar con la verdad a todas las preguntas que le hiciera el dragón, "Soy la princesa del castillo encantado, disculpe usted señor dragón, no sabia que necesitaba una invitación; si estoy aquí es porque esperaba al príncipe más valiente de todos para casarme con él, pero nunca llegó y ahora pasaré el resto de mi vida en esta torre" al acabar su historia empezó a llorar otra vez y en ese instante el dragón olvidó su enojo y decidió consolar a la princesita

"Niña que no te has dado cuenta todavía que no necesitas ser recatada, tu sola lograste entrar a mi castillo sin que yo lo notara, nadie jamás se había atrevido a desafiarme y tu lograste más que eso, tu error más grande fue creer que alguien más valiente que iba a llegar, todos esos inútiles lo único que buscaban era fama y convertirse en leyendas, no eran dignos de ti  el consejo que te voy a dar es algo a lo que deberías de poner atención, no necesitas a alguien valiente, necesitas a alguien que te valore" al escuchar estas palabras la princesa corrió a abrazar al dragón, tal fue su sorpresa que soltó una carcajada que hizo que el castillo negro volviera a ser hermoso.

Así fue como siguiendo el consejo del dragón la princesa regresó a su castillo y al ver a su padre le dijo "Papá, he decidido que no me casaré hasta encontrar a alguien digno de mi, el reino no necesita a un rey cuando yo soy lo suficientemente capaz de gobernarlo sola", el rey al escuchar a su hija lo único que sintió fue orgullo y la felicitó por su valentía. 

Así fue la historia de la princesa que lloró, a la muerte de su padre ascendió al trono y gobernó felizmente durante muchos años, amada y respetada por su pueblo y de vez en cuando iba a visitar a su eterno amigo el dragón.