La anciana de la Torre Blanca

Begoña Bescós Rodríguez
Practicum 1

En una tierra lejana, de nombre imposible de pronunciar, viva en la torre más alta y más blanca del lugar, una anciana inmortal, destinada a pasar todos los días hasta el fin de la tierra custodiada por un cuervo, su único amigo. 

"Estoy tan sola" escuchaban los viajeros al caer la noche, pero no recibía ningún consuelo, pues su torre era tan alta que nadie podía escalarla. Y esto se repetía todas las noches desde que el pueblo tenía memoria. Los días se los pasaba tejiendo, limpiando y contemplando su soledad.

Un buen día después de observarla un buen rato, el cuervo le dijo "Te concedo tres oportunidades para salir de tu soledad y acabar con esta inmortalidad, pero al pasar la tercera te quedarás encerrada para siempre, esta prueba consiste en que cuides a los animales que te voy a traer, respetándolos y amándolos como quieres ser tratada, ¿crees poder con esta responsabilidad?" la anciana anonadada por lo que acababa de escuchar le contestó "¡Claro que si! Y por supuesto que no las desperdiciaré" y de esta forma el cuervo salió volando por la ventana dispuesto en ayudar a la anciana. Al cabo de dos horas regresó con una canasta y al destaparla la anciana encontró a una familia de conejos, en total eran cuatro, y entonces dijo, "¡Me encantan muchísimas gracias!", al escuchar esto el cuervo se fue volando dejando sola a la anciana con los conejitos. 

"¡Cuervo! ¡Cuervo!" gritó la anciana cuando empezaba a oscurecer, de inmediato llego el cuervo, "¿Qué pasa mujer? ¿Por qué estas gritando tanto?" al fijarse el cuervo, no vio a los conejos por ningún lado, "Nada cuervo, solo quiero que te lleves a esta familia de aquí, no se quien se creen que son para adueñarse de mi humilde casa", "¿Estas segura?" dijo el cuervo con un tono de preocupación "Si, esta es mi casa y solo mía, si tuviera un jardín los dejaría ahí", así pues el cuervo agarró la canasta y se la llevo volando.

Así pasaron las semanas hasta que un buen día la anciana volvió a buscar al cuervo "¡Cueeervo, cueervo!" el cuervo que siempre la vigilaba no tardo nada en llegar "Aquí estoy, no grites más", la anciana le explicó que quería volver a intentarlo, que no le gustaba estar sola y que trajera al segundo animal, "Esta bien, en seguida regreso" y se fue volando. Al cabo de un rato regreso con otra canasta y al destaparla encontró  a una gata blanca y vieja "Decidí traerte esta gata para que te haga compañía y al ser mayor no te causará ningún problema", la anciana encantada de escuchar esto le dijo "Me parece que es ideal, muchas gracias"

Al pasar tres días la anciana buscó al cuervo y le dijo "Quiero que te la lleves, se esta acabando mi comida y solo se queja" el cuervo nada sorprendido te dijo "Si es lo que quieres, esta bien! y salió volando.

Y así pasaron los días hasta que una vez más le empezó a pesar su soledad y al llamar al cuervo este le dijo, "Esta es tu última oportunidad, si la desperdicias te quedaras encerrada en esta torre para siempre", la anciana prometió no desperdiciarla y el cuervo salió volando. El cuervo regresó con otra canasta y al destaparla la anciana encontró un perro, "¡Muchas gracias esta increíble!", lo único que el cuervo le dijo fue, "Cuídalo bien" y salió volando.

Pasaron un par de días y la anciana buscó al cuervo para que se llevara al perro y este le dijo, "Esta fue tu ultima oportunidad, no puedes pedir compañía y amor si tu no sabes poner de tu parte, te quedaras encerrada hasta el fin de la humanidad en esta torre", al haber dicho esto el cuervo salió volando dejando en su soledad a la anciana que empezaba a arrepentirse de lo que había hecho.

Y cuentan que todavía en las noches se puede escuchar una voz de lamento y soledad al pasar cerca de la torre blanca.