Uno como quiera, pero ¿y los zombies?

Uno como quiera, pero ¿y los zombies?

Por Janine González Paéz

Edición Claudio Ochoa

Pablo Velázquez, un joven de 23 años, se declara a sí mismo fan de los zombies. Él como muchos otros, disfruta de éstas nuevas historias, en las que para ser protagonista, debes quedarte solo en un universo de seres reanimados, en decadencia y además hambrientos de vísceras. ¡Cuidado! Una sola mordida o rasguño y podrías convertirte en uno de ellos.

“En mi opinión, los zombies son en gran parte un fenómeno mediático. Si quitamos las series de televisión y las películas, en la única parte que los vemos son en los videojuegos. Y ahí llevan casi 20 años. A lo que quiero llegar es que no hay gente leyendo sobre zombies, o escribiendo sobre zombies, o sea no es algo que ha fascinado a la humanidad desde que imaginan su existencia (como los vampiros). En gran parte, porque la mayoría de las criaturas que nos hemos inventado y que les rendimos culto, son mejorías del ser humano, y no un empeoramiento como zombie”.

Pablo resalta un fenómeno curioso. Ahora se le rinde culto a la imagen putrefacta del ser humano, (literal y metafóricamente).

“Es algo pasajero que fascina a la adolescencia y a nosotros los “Nerds” porque lo vemos como una purga. Tal vez todos, muy adentro, queremos ver todo destruido y alzarnos como sobrevivientes. Es lo que pensamos cada vez que vemos The Walking Dead o jugamos un Resident Evil. Mientras lo juegas o lo ves, al terminar siempre le dedicas un momento al “¿qué hubiera hecho yo? Haber hecho esto hubiera sido mucho mejor”.

El género de los videojuegos que menciona Pablo, es llamado “Survival Horror”. Es decir, independientemente de la serie de elementos que se le presenten al protagonista de la historia, su misión es sobrevivir. Para no perder el hilo, habría que acotar que el horror es un género cinematográfico en el que el mal siempre vence. Los tres posibles desenlaces se enumeran en ser consumido por el mal, morir, o en el mejor de los casos escapar. Hasta el momento, no ha habido una historia de “invasión zombie” en la que el mal haya sido revertido.

En su análisis de los objetos culturales del capitalismo postindustrial, el filósofo esloveno Slavoj Zizek muestra uno de los mecanismos ideológicos del cine de Hollywood; a saber, el catastrofismo. Desde mediados de los años 90 pululan historias que, de una u otra manera, nos alertan sobre posibles catástrofes capaces de acabar con la humanidad entera. Ya sea debido a una invasión extraterrestre, a la llegada de un meteorito o con la llegada de un cambio climático global. En todos los casos la especie entera peligra debido a la aparición de un objeto extraño, de otro radical.

Zizek afirma que en las entrañas de este mito catastrofista subyace un mensaje ideológico claro: es más factible que sea un meteorito, un alienígena o cualquier ser ajeno a la propia humanidad el que acabe con la especia, a que ella misma provoque su destrucción. En todas esas películas se evidencia una suerte de transferencia, la cual desplaza el peligro real hacia un objeto irreal.

En ese sentido, Ricardo Bernal, maestro en Filosofía Moral y Política, abona a esta valoración una perspectiva más profunda. “Ni la crisis económica, ni el desarrollo armamentístico, ni la criminalidad operan como las amenazas reales, ellas en todo caso son el resultado indirecto de una causa extrema que detona el caos.

Es evidente que el cine y el cómic han cautivado la figura del zombie como una de las representaciones del otro radical.

Como ya bien mencionaba Pablo Velázquez, se creó un fenómeno mediático contemporáneo.  “La pregunta lógica es la siguiente: ¿por qué debemos admirar nuestro sistema social, nuestros valores liberales, nuestras virtudes americanas, si el mundo se derrumba, si nuestra economía se destruye, si nuestra civilización sigue sobreviviendo a costa de la conquista bélica y la destrucción ambiental.

¿Es esta una interpretación exagerada? Respondemos rotundamente: No. Basta con observar las palabras de Robert Kirkman creador de la serie The Walking Dead. “La historia ofrece una sensación única de evasión. Estamos en medio de una crisis económica global, así que creo que es saludable que la gente puedar ver una serie con la que diga: Estoy preocupado por muchas cosas; pero al menos no estoy siendo perseguido por zombies”.

Uno como quiera, pero ¿Y los zombies?